Desde el 2010, los investigadores de Coastal Jaguar Conservation, con apoyo de Global Vision Internacional, han colocado una serie de cámaras trampa a lo largo de 28,9 kilómetros de playa en Tortuguero. Gracias a ellas, conocieron a Molly, una hembra de jaguar.
La primera vez que la vieron ella iba en compañía de dos crías que eran machos. Sin embargo, la segunda vez que la observaron, estaba con una cría hembra a la que bautizaron Michelle.
Una vez que creció y se independizó, Michelle apareció nuevamente en los videos y fotografías tomados por las cámaras trampa. Había bajado de la montaña a la playa en compañía de dos cachorros.
"Michelle hizo abuela a Molly", dijo coloquialmente Stephanny Arroyo, bióloga de Coastal Jaguar Conservation, y agregó: "El año pasado volvió a aparecer Molly en las cámaras, con otras dos crías".
Para Arroyo, documentar esta relación entre madre y cría en una especie como el jaguar es difícil y el Parque Nacional Tortuguero brindó esta oportunidad a la ciencia.
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"Hemos visto que, a partir de los cuatro meses, las crías ya empiezan a acompañar a la madre y se alimentan de tortugas. Aproximadamente a los dos años se independizan de la mamá. Algunos individuos se van y no los volvemos a ver en las cámaras, pero otros vuelven -ya adultos- a la playa como Michelle", dijo Arroyo.
En estos siete años de investigación, un total de 36 jaguares fueron captados por las cámaras trampa en Tortuguero. "Algunos son residentes, mientras otros aparecen solo por una temporada y no vuelven", señaló la bióloga.
De hecho, en diciembre del 2013, una de las cámaras registró a una hembra amamantando a dos cachorros machos en la playa de Tortuguero. El hallazgo fue reportado por los investigadores a través de la revista Cat News del Grupo de Especialistas en Felinos de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).
Aparte de jaguares, en el 2015, las cámaras captaron otras 15 especies de mamíferos como manigordos, tolomucos, grisones, pizotes, mapaches, cabros de monte, chanchos de monte, armadillos, zorros pelón, zorros de cuatro ojos, dantas, osos hormigueros, monos carablanca, tepezcuintles y guatusas.
Incremento de crías
Para Arroyo, la reproducción en el Parque Nacional Tortuguero sí se ha incrementado a lo largo de los años de monitoreo, pero se requieren mucho más datos a largo plazo como para hablar de crecimiento poblacional.
En el 2012, las cámaras trampa habían registrado solo dos crías, pero en el 2015 fueron cinco en compañía de tres hembras. Ese año, de hecho, se reportaron 14 jaguares: siete hembras, dos machos y las cinco crías.
En el 2016, las cámaras trampa también registraron 14 individuos: siete hembras, cinco machos y dos crías.
"Ese pico reproductivo podría ser una buena señal de que las hembras se sienten seguras en la playa y constituye un buen hábitat para procrear, en parte porque hay mucha concentración de machos y hembras. También hay mucha disponibilidad de alimento debido a las tortugas", explicó Arroyo.
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Sin embargo, la investigadora advirtió: "Cuando ya tengamos los datos de genética vamos a ver si es el mismo padre para todas las crías, lo que podría ser un problema para la población debido a la endogamia. Entonces, todavía no sabemos si el incremento de crías es un indicador de que Tortuguero es un lugar adecuado o si por el contrario es una isla, ya que los jaguares podrían no estar saliendo hacia otros sitios y las crías podrían venir de uno o dos padres".
A largo plazo, al haber alta consaguineidad entre individuos, la población sería más vulnerable y no estaría suficientemente fortalecida para enfrentar cambios en el hábitat como, por ejemplo, enfermedades.
"Pero, si la variabilidad genética es buena, entonces Tortuguero sería un sitio muy importante para esta especie", destacó Arroyo.