Seis países dieron este miércoles su adhesión a una coalición de altas ambiciones propuesta por Costa Rica y cuya finalidad es impulsar la lucha contra el cambio climático, mediante la protección y restauración del entorno natural.
Conservar los ecosistemas naturales y restaurar aquellos altamente degradados; generar un compromiso, donde el 30% del territorio terrestre y el 30% de los océanos del planeta, tengan un régimen de conservación y uso racional a largo plazo, son los principales objetivos de este grupo.
Costa Rica co-preside junto a Francia la coalición, que también es integrada por Granada, Reino Unido, Gabón, Finlandia y Chile.
"Siempre hemos creído que la tecnología nos va a resolver los problemas del presente, que algún científico va a crear una máquina que va a capturar el carbono y lo va a llevar a un lugar donde no nos hace daño, esa es la creencia que tenemos.
“Debemos utilizar los árboles, los bosques, los sistemas naturales, la naturaleza; la tecnología de la naturaleza para poder combatir de frente y de una manera costo eficiente, el cambio climático y la pérdida de diversidad biológica del planeta”, explicó el ministro de ambiente de Costa Rica, Carlos Manuel Rodríguez.
La presentación se hizo durante el segundo día de la PreCOP25, que se realiza en el Centro Nacional de Convenciones, en Belén de Heredia.
El encuentro es la antesala de la Conferencia de las Partes (COP25), de la Convención Marco de Naciones Unidas de Cambio Climático, que se realizará en Chile en diciembre próximo.
Fundamento
La creación de esta coalición había sido propuesta por el presidente Carlos Alvarado durante su visita a Nueva York, Estados Unidos, el pasado mes de setiembre, en vísperas de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Según Rodríguez, “la formación del grupo responde directamente al llamado de la comunidad científica que quiere y recomienda acciones urgentes".
Para el jerarca, este enfoque de soluciones basadas en naturaleza permitiría, entre otras cosas, cerrar la brecha histórica que hay entre las tres convenciones que se generaron durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, celebrada en 1992 en Río de Janeiro.
Estos documentos son: la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el Convenio sobre la Diversidad Biológica y la Convención de Lucha contra la Desertificación.
El gran reto al frente
Los países centrarán sus esfuerzos, durante los próximos meses, en acelerar las acciones que las naciones necesitan implementar, para lograr las metas planteadas en estos documentos. Estos serán sometidos a revisión, en las cumbres que se van a realizar en el 2020, para cada uno de los instrumentos.
El próximo año China será sede de la cumbre sobre el acuerdo de diversidad biológica; ahí se revisarán los logros y alcances del Plan Estratégico de la Convención de Diversidad Biológica, que cubre el periodo 2011-2020. También se comenzará a discutir la agenda posterior al 2020.
Mientras que en la COP26, a realizarse en el Reino Unido, los países tendrán que actualizar o presentar nuevas Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs, por sus siglas en inglés).
Pero lograr el avance requerido no será una tarea fácil, así lo expresó lord Ian Duncan, Ministro de Cambio Climático del Reino Unido, ministro de Cambio Climático del Reino Unido.
La coalición tiene al frente una gran interrogante, de acuerdo con el político, “¿cómo podemos hacer que nuestro buen ejemplo no solo sea entendido por otros, sino que también sea seguido por otros y ese tal vez es el mayor obstáculo para este grupo particular de altas ambiciones”.
“(...) nuestros esfuerzos no serán suficientes, también tenemos que asegurar que los mayores emisores se unan, mientras sigan en las sombras o al margen -mientras otros avanzan, sin que ellos los sigan- veremos un futuro mucho más oscuro y más complicado para vivir.
“Si no logramos esto, habremos fallado, no solo a esta generación, sino a las futuras generaciones”, sentenció.