La falta de lluvia provocó una reducción dramática en el nivel de agua de los lagos artificiales de dos importantes pulmones de la capital: los parques La Sabana y la Paz.
Pero, ¿tendrá esta situación un efecto en los animales que dependen de estos ecosistemas?
Por lo menos en el caso de los patos que habitan el Parque Metropolitano La Sabana, la respuesta es sí, por lo que el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder), administrador de ambos espacios de recreación, los trasladó para su seguridad.
La entidad informó en su página de Facebook que el jueves 28 de marzo movilizó a 25 aves adultas y 15 pequeñas, a un pequeño lago ubicado en el sector sur del parque de la Paz, que se abastece de un pozo local.
“En adelante, y hasta tanto las lluvias no hagan su aporte, el Icoder cuidará en el parque de la Paz una población de aproximadamente 75 patos”, indica la publicación. Para la próxima semana está previsto el traslado de una docena más de aves.
¿Y los pájaros?
La plantación de especies nativas, como parte del proceso de rearborización del Parque Metropolitano La Sabana, ha permitido elevar de 13 a 125 la cantidad de especies de aves que visitan este sitio, ya sea para descansar o anidar, así como alimentarse de insectos que vuelan en las flores o frutos.
Sin embargo, la falta de agua en el lago artificial no tendría efecto alguno en estas poblaciones, a criterio de Armando Soto, coordinador técnico de Scotiabank para el proyecto.
“No guardan necesariamente una relación. El proyecto se mueve, casi podría decir uno, completamente aparte del lago", dijo ante una consulta de La Nación.
Soto explicó, que durante el proceso de planificación de la iniciativa, ya se conocían datos de que este tipo de situaciones se iban a presentar, de ahí la importancia de la selección de especies de bosque premontano y seco que al sembrarse no se verían tan afectadas ante la eventualidad del faltante de lluvias.
Al no verse afectados los árboles, tampoco las aves, porque no perderían los recursos que les brindan estos especímenes.
“El lago podría o no estar, y la arborización funcionaría igual y las comunidades de aves estarían funcionando prácticamente igual”, indicó el vocero.
Alternativas
Por otro lado, el ministro de Deportes, Hernán Solano, descartó la posibilidad de que los lagos se puedan llenar manualmente.
Lo anterior responde a que el país enfrenta un faltante del recurso hídrico, que entre enero y junio afectaría a un millón de personas, según estimaciones del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
Solano considera que al final tendrá que ser el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) el que tome la decisión “sobre qué manejo podemos darle a estos lagos artificiales, conscientes que este tema se va a ir agravando con los años”.
El jerarca señaló que en las próximas semanas se sostendrá una reunión con personeros de la Organización de Naciones Unidas (ONU), para hacer valoraciones en estos y los demás parques recreativos del país.
“Habría que valorar, producto de estudios, si es conveniente o no, el tema de abrir un pozo de agua para mantener el lago con una cantidad de agua, mientras no haya lluvia”, indicó.