Al menos el 5% del territorio costarricense se destina al cultivo de piña, palma aceitera y pasturas.
Ese porcentaje corresponde a 245.318 hectáreas (ha), según revelaron mediciones elaboradas con la herramienta digital Monitoreo del Cambios del Uso de la Tierra en los Paisajes Productivos (Mocupp) que, desde el 2017, utiliza imágenes satelitales y otras captadas por sensores remotos para proyectar áreas de cultivo.
Estas revisiones tienen entre sus propósitos aminorar la presión que ejerce la expansión agrícola sobre áreas silvestres protegidas.
En ese esfuerzo, la información se utiliza para trazar cuál es la frontera de los cultivos e incluso verificar posibles incumplimientos de la Ley Forestal.
El instrumento mejora así la capacidad del sector público para ordenar el territorio y manejar sosteniblemente los paisajes productivos, pues este tipo de estadística por actividad productiva permitirá conocer cuál es la pérdida o ganancia de la cobertura boscosa.
La actualización la divulgaron el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), el Laboratorio PRIAS del Centro Nacional de Alta Tecnología (CeNAT) y el Registro Nacional, apoyados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con los últimos datos, correspondientes al año 2018.
Para entidades públicas y privadas ligadas a temas ambientales y actividades productivas, la información de Mocupp permite hacer un mejor uso del territorio y un mejor planeamiento de cultivos. Todos los datos son de acceso libre en el Sistema Nacional de Información Territorial (SNIT).
“Con esta herramienta de alta capacidad tecnológica, el país avanza hacia un sistema, no solo de monitoreo de uso del suelo, sino también de planificación de actividades productivas que ayudarán fuertemente a avanzar en la agenda agro-ambiental para un desarrollo rural sostenible”, expresó el ministro de Ambiente, Carlos Manuel Rodríguez.
Por cultivo
1. Piña: al 2018 abarcaba 65.671 hectáreas principalmente en la región Huetar Norte, que aporta 67% de esa cobertura. Destaca dentro de esta, el distrito de Pital (San Carlos) con 7.510, mientras que la región Huetar Caribe aporta 18% del área, la Brunca 14% y la región Pacífico Central (1%).
El resultado supone una diferencia de 595,33 hectáreas menos con relación a la cantidad de superficie de piña monitoreada en el 2017 (66.266) y la actualización al 2018 (65.671).
Lo anterior no responde a una reducción en la cantidad de área sembrada, sino a una depuración de datos, la cual permitió eliminar de forma parcial los caminos principales de acceso de maquinaria y área de retiro a lo interno de las fincas, precisó el área de prensa del Minae.
En el 2017, cuando se inició el uso de Mocupp, surgieron discrepancias por el área de piña sembrada.
Mientras el Censo Nacional Agrícola del 2014 detectó 36.000 hectáreas a la siembra de esa fruta, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) estimaba 43.000 hectáreas cultivadas al 2016.
Sin embargo, la discusión se atizó cuando grupos ambientalistas y ecologistas alertaron que datos del Mocupp advertían que para el 2015 había al menos 57.000 hectáreas.
Estas agrupaciones, desde entonces, se oponían a la expansión piñera porque, consideraban que la ampliación de esa frontera agrícola empezaba a acercarse demasiado a áreas protegidas.
2. Palma aceitera: El país tenía 68.143 hectáreas al 2018. Las plantaciones se distribuyeron en la región Brunca con 70% del cultivo, Pacífico Central con 24% y en la región Huetar Caribe con 6%.
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3. Pastos: En el caso de zonas de pastos para actividades pecuarias, hay al menos 111.504 hectáreas con al menos 30% de su área cubierta por árboles. Estos pastos se hallan distribuidos principalmente en los cantones de Pérez Zeledón (San José) y Buenos Aires y Coto Brus ambos en Puntarenas.
Menos piña respecto a publicación
Al tiempo que se dan a conocer esos resultados, el Ministerio de Ambiente y Energía también aclaró un tema relacionado con la afectación de humedales por cultivos de piña.
Según Minae, la proyección de área afectadas es de 281 héctáreas. La aclaración se da porque la cifra es significativamente inferior a la dada a conocer meses atrás en el Informe del Estado de la Nación, que habló de 16.385 hectáreas de cultivo de piña dentro de humedales al año 2017.
El Estado de la Nación reconoció el error, al interpretar de manera equivocada un estudio elaborado por el investigador Vladimir González Gamboa, el cual se adjuntó como un anexo metodológico al Informe del 2019.
Tal y como se publicó, la cifra sugería que 25% de la plantación de piña nacional estaba invadiendo humedales cuando, en realidad, el porcentaje ronda 0,43%.
El estudio inicial del Estado de la Nación sí señala que las 16.385 hectáreas corresponden a la suma de todas las “zonas de conflicto” en Costa Rica, en referencia a que esas áreas cultivadas sí tienen influencia indirecta sobre humedales cercanos a las plantaciones y requieren vigilancia en cuanto a su expansión.
Sin embargo, eso no es lo mismo que afirmar que esas plantaciones de piña están dentro de los humedales, explicó Rafael Monge, director del Centro Nacional de Información Geoambiental (Ceniga) del Minae.
“Se trató de un error en la publicación a partir de un análisis incorrecto por parte de nuestro investigador. Ofrecimos las explicaciones y aclaraciones correspondientes en una fe de erratas poco después de recibir alertas de varias entidades”, explicó Leonardo Merino, coordinador del informe Estado de la Nación.
En el caso de áreas silvestres protegidas, el informe del año pasado publicó que Costa Rica, al año 2017, tenía 3.824 ha de piña dentro de áreas silvestres protegidas. No obstante, en realidad son 1.635 ha de un total de 3.824 ha con piña que sí tienen influencia sobre estos ecosistemas naturales.