Costa Rica, Panamá, Ecuador y Colombia amarraron el lunes una donación de $16 millones del Consejo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés) para apoyar la conservación del Corredor Marino del Pacífico Este Tropical (CMAR).
El CMAR se extiende a lo largo de más de 500.000 kilómetros cuadrados (km²) en donde se asienta una de las áreas más productivas y con mayor diversidad biológica del planeta.
El aporte del GEF busca estimular y premiar a las cuatro naciones con fondos para que sigan en ese esfuerzo. Así lo confirmó Carlos Manuel Rodríguez, director ejecutivo del GEF y exministro de Ambiente y Energía de Costa Rica.
Los fondos irán primero a una agencia implementadora internacional que, en este caso, es la organización no gubernamental Conservación Internacional (CI), explicó Marco Quesada, vicepresidente de Océanos para la region de las Américas de CI.
Si bien el dinero otorgado por GEF es técnicamente de los cuatro países, CI primero elaborará una propuesta de cómo los utilizará y luego vendrá una fase de desembolsos en un año.
Con los fondos se priorizará la cooperación transfronteriza fortaleciendo la gobernanza regional, coordinando y aumentando inversiones de economía azul en las industrias del turismo y la pesca, resguardo de áreas protegidas y mejorando la conectividad regional para conservar mejor las especies migratorias.
“También se buscará hilvanar otras iniciativas de inversión pública y privada que apoyan financieramente hoy y a futuro el cuido de la biodiversidad de toda esta región oceánica”, explicó Quesada.
Para dar una idea del valor estratégico de CMAR, la zona aloja muchas especies en peligro de extinción y gran biodiversidad; incluidos tiburones migratorios, tortugas, ballenas, mantarrayas y aves marinas.
Del mismo modo, brinda empleo a más de 400.000 personas en la industria pesquera y es una fuente de alimento vital, con un promedio de 11 millones de toneladas de capturas anuales de la pesca comercial (casi 10% del volumen de captura mundial), según CI.
Además, brinda oportunidades de turismo basado en la naturaleza en toda la región, en particular en las Islas Galápagos y Costa Rica; y tiene más de 9.000 km² de bosques de manglares a lo largo de sus costas, equivalente a la superficie terrestre de Puerto Rico.
Unión de países
En 2004, Ecuador, Costa Rica, Colombia y Panamá lanzaron la iniciativa CMAR que vinculó cinco Áreas Marinas Protegidas existentes. De ellas, cuatro se han convertido desde entonces en sitios del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Dentro de esta gran área silvestre protegida se encuentran la Isla del Coco, las Islas Galápagos, Isla Coiba, Gorgona y Malpelo, las cuales albergan hábitats únicos donde se conservan especiales de flora y fauna.
La zona tiene amplio reconocimiento como una de las áreas más importantes para la protección, conservación y gestión de la biodiversidad en el océano Pacífico oriental tropical.
“Los países del Pacífico este tropical han trabajado y cooperado creando el mosaico de áreas silvestres protegidas más grande del mundo. Los cuatro países han demostrado el cumplimiento de su compromiso de expandir la protección y uso sostenible de recursos marinos hasta en 30% de sus territorios oceánicos”, comentó Rodríguez.
En su opinión, este financiamiento reconoce aún más su compromiso y ayudará a mejorar la colaboración que ya está en marcha entre ellos.
Rodríguez dijo que, desde 2004, ha trabajado en el corredor marino cuando fue parte de una expedición de Conservación Internacional al Parque Nacional Isla del Coco y calificó de “impresionante” el progreso en conservación transfronteriza alcanzado hasta ahora.
“El GEF se siente orgulloso de lo que estas naciones han logrado a medida que trabajamos juntos para avanzar ahora en las acciones de conservación más allá de las jurisdicciones nacionales hacia alta mar”, concluyó.