La falta de lluvias, los fuertes vientos que alejan la humedad y una vegetación reseca que podría arder en poco tiempo, ponen en riesgo de sufrir incendios forestales a las provincias de Guanacaste y Puntarenas.
Esto, debido a que el país se encuentra bajo la influencia del fenómeno El Niño, el cual exacerba las condiciones, ya de por sí secas, presentes en la vertiente del Pacífico.
El fenómeno El Niño –Oscilación del Sur (ENOS)– nace de la interacción de las aguas superficiales del océano Pacífico con la atmósfera. Cuando se presenta un calentamiento anormal de las aguas, se llama El Niño.
Al finalizar este año, y según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), el presente evento podría igualar o superar al de 1997-1998 y se prolongaría hasta mayo del 2016.
De hecho, se prevé que el fenómeno alcance su máxima intensidad en los meses de diciembre y enero.
Debido a esto, los funcionarios del Programa Nacional de Manejo del Fuego del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) anticipan que la temporada de incendios forestales se iniciará un mes antes (en diciembre) y calculan que esta podría extenderse a lo largo de ocho meses.
El 98% de los siniestros, este año, fueron por vandalismo, quemas agrícolas y pastos, caza y cambio de uso del suelo (corta de vegetación para dar paso a áreas de pastos o agrícolas).
El otro 2% correspondió a incendios propiciados por caídas de rayos.
“Los incendios forestales se pueden evitar si se prescinde de acciones negligentes o premeditadas de las personas que, sin razón alguna, los provocan y, con ello, afectan miles de hectáreas todos los años. Por eso, se hace un llamado a la población para que se evite ocasionar incendios forestales”, comentó Luis Diego Román, coordinador del Programa Nacional de Manejo del Fuego.
Temporada 2015. Este año, el fuego consumió 40.350 hectáreas, 9.910 hectáreas más que en el 2014. De estas, 4.534 hectáreas estaban dentro de áreas protegidas, como parques nacionales o refugios de vida silvestre.
El incendio forestal más grave se presentó en el Parque Nacional Diriá , en Santa Cruz de Guanacaste, donde ardieron 3.667 hectáreas.
Este parque nacional consta de 5.426 hectáreas y resguarda tres cuencas hidrográficas que abastecen de agua a las comunidades aledañas.
Se cree que el fuego se inició por un acto de vandalismo y las condiciones secas lo atizaron.
En enero, los bomberos forestales iniciaron el año atendiendo seis incendios.
Para marzo, estos ya sumaban 19 siniestros dentro de áreas silvestres protegidas y 22 atendidos fuera de estas .
La región Chorotega, donde se localiza Diriá, reportó 31.428 hectáreas afectadas, lo cual representa el 78% del total nacional.
La región Brunca registró 5.070 hectáreas (13%) y el Pacífico central, 3.398 hectáreas (8%).
En otras palabras, la vertiente del Pacífico concentró el 99% del área afectada por el fuego.
En la atención de los incendios, el Sinac contó con el apoyo de 1.147 personas; muchas de ellas fueron voluntarias.