Aparte de las ballenas jorobadas del norte, grupos de delfines y mantas se congregan para “vacacionar” en aguas ticas.
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Ese es el caso de la falsa orca, pariente de los delfines que, a pesar de ser una especie oceánica, últimamente se está dejando ver en las islas Catalinas en Guanacaste e isla del Caño en el Pacífico sur durante los meses de enero y febrero.
“Conforman grupos de cinco individuos que realizan aceleraciones y buceos cortos en diferentes direcciones. Alrededor de isla del Caño se han avistado hasta 100 falsas orcas”, se lee en el libro Grandes Espectáculos Naturales de Ojalá Ediciones.
Otros que maravillan a los turistas con sus acrobacias son los delfines tornillo, los cuales suelen visitar aguas oceánicas del Pacífico sur.
Son capaces de saltar fuera del agua y dar hasta siete vueltas sobre el eje de su cuerpo antes de volver a caer al agua.
Cerca de la costa pueden verse en grupos de 50 individuos, pero en aguas oceánicas, su hábitat, pueden llegar a ser 500.
Los biólogos reportaron la presencia de un grupo de estos delfines que se “hospedan” en golfo Dulce a lo largo de un mes, entrando y saliendo constantemente del lugar.
Las mantas también son acróbatas y suelen dar su show en las bahías Santa Elena y Culebra así como en el golfo Papagayo, en Guanacaste.
En las aguas frías de estas bahías, características de los meses de enero y febrero, abundan el plancton y eso atrae a estos elasmobranquios.
Si se bucea, puede ser que se acerquen atraídas por las burbujas que se desprenden de los reguladores de oxígeno.
Las mantas diablo o móbulas saltan por encima del agua. Basta que una empiece, para que el resto se le sume.
Algunos biólogos creen que lo hacen para quitarse de encima las rémoras que suelen pegárseles a los lomos.
Otra hipótesis es que, el sonido que se deriva del golpe sobre el agua cuando caen, les sirve para comunicarse. También se cree que lo hacen para jugar e incluso como parte del cortejo.