“Las tasas de deforestación (en la Amazonia brasileña) están aumentando muchísimo este año, con este nuevo gobierno que tenemos. Esto es muy preocupante, porque no es algo que afecta solo a la gente que vive ahí, impacta a todos en Brasil y el mundo”.
De esta forma expresó la bióloga y ecóloga brasileña, Carolina Freitas, su pesadumbre por lo que ocurre en el país sudamericano y y que ya acarrea repercusiones políticas a lo interno y externo de la nación, producto de una serie de datos divulgados por el Instituto de Investigaciones Espaciales (INPE).
El organismo oficial informó el pasado 19 de julio, que la deforestación de la selva amazónica tuvo en junio un incremento del 88%, en comparación con el mismo mes de 2018.
Jair Bolsonaro, presidente de la República, cuestionó esos datos e insinuó que el presidente del INPE, Ricardo Galvao, podría estar “al servicio de alguna organización no gubernamental (ONG), antes de destituirlo el pasado 2 de agosto para designar en su lugar como director interino a Darcton Policarpo Damiao, un militar.
Destrucción del Amazonas
La llegada al poder de Jair Bolsonaro ha estado acompañada de un incremento acelerado de la deforestación en la Amazonía brasileña, según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
FUENTE: AGENCIA DE NOTICIAS AFP. || J.C. / LA NACIÓN.
Consecuencias alarmantes
Un nuevo reporte, dado a conocer el 6 de agosto, señalaba que en junio del presente año, la deforestación alcanzó los 2.254 km², un 278% más que en el mismo mes de 2018 (596,6 km²).
“Estamos llegando cerca de un punto de no retorno; la Amazonia podría convertirse en otro ambiente, puede dejar de ser una selva para transformase en una sabana, cambiando no solo su clima, sino también el de Brasil”, advirtió Freitas, exploradora de National Geographic, durante una visita a Costa Rica el pasado 7 de agosto, para dar una charla en el Centro Cultural Costarricense Norteamericano.
Esta misma advertencia la hizo el profesor Philip Fearnside, del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia, en declaraciones brindadas el pasado 25 de julio al diario británico The Guardian.
“Si impactas la Amazonia, impactas todo el clima del mundo. Estamos en un momento muy delicado, donde si no pensamos en esto ahora, mañana vamos a tener muchos problemas”, dijo la bióloga, quien visitó la Amazonia por primera vez en 2011 y desde entonces se ha dedicado a trabajar en encontrar alternativas para conciliar los usos tradicionales de los pueblos, con la conservación de los recursos naturales.
Cambios climáticos más graves, la extinción de especies y afectación en el modo de vida de los habitantes de la Amazonia, son algunos de los efectos que podrían presentarse en el futuro y que según Freitas, incluso podría afectar al desarrollo económico que el país busca impulsar.
“A mí me encantaría que el mundo comprendiese que la Amazonia no es solo los animales y las plantas, hay culturas que influencian esta selva, de maneras muchas veces positiva. También, que la gente entendiese la importancia de la Amazonia para el mundo, el clima y la biodiversidad. Que reprueben las actitudes de nuestro Gobierno que está simplemente ignorando todo esto”, expresó.
Reacción internacional
De acuerdo con la agencia de noticias AFP, Brasil alberga más del 60% de la selva amazónica, que está siendo talada a una creciente tasa para generar más tierras de cultivo.
“Yo creo que una cosa muy importante en este momento es la presión internacional. Tenemos que mostrar afuera lo que pasa en Brasil para que haya por ejemplo, embargos económicos, que la gente deje de comprar carne de Brasil que es producida en áreas de deforestación ilegal.
"Creo que la presión internacional es la solución, porque el Gobierno está preocupado por la economía, entonces si afecta la economía, lo van a repensar, porque el argumento del medio ambiente no está funcionando”, propuso la investigadora de 31 años.
El Gobierno alemán habría dado un paso en este sentido el pasado 10 de agosto, al anunciar la suspensión de parte de sus subvenciones a proyectos de protección de la selva amazónica.
“La política del gobierno brasileño en la Amazonia plantea dudas en cuanto a la continuación de una reducción sostenida de la tasa de deforestación”, declaró al diario alemán Tagesspiegel la ministra de Medio Ambiente Svenja Schulze.
Según detalló AFP, al inicio se bloquearía una subvención de 35 millones de euros ($39,60 millones) para proyectos de conservación de la selva y la biodiversidad en Brasil hasta que las cifras vuelvan a ser alentadoras. De todos modos, Alemania continuará contribuyendo al Fondo Amazonia, creado en 2008 y cuyo donante más generoso, Noruega, amenaza con retirarse.
El país escandinavo anunció un años atrás que sus pagos a Brasil pasarían a la mitad y que podría incluso desaparecer en el futuro.