En Tortuguero, los jaguares prefieren la playa a la montaña, lo cual se relaciona con la disponibilidad de tortugas verdes. Estas se convirtieron en el nuevo alimento de los felinos, ante la disminución de otras presas (como el chancho de monte) debido a la cacería.
Así lo destacó un estudio, publicado en la Revista de Biología Tropical , que tiene como autores a los investigadores Stephanny Arroyo, James Guilder y Roberto Salom.
Para lograr diseñar mejores estrategias de conservación, se requiere conocer la abundancia de la especie, su distribución y el uso del hábitat que hace.
Por esa razón, los investigadores colocaron, entre junio del 2012 y junio del 2013, 25 cámaras-trampa en un área de 189 kilómetros cuadrados.
Durante 4.339 días, dichas cámaras captaron la presencia de 18 jaguares (entre machos y hembras) dentro del parque nacional. De estos, 17 individuos estuvieron exclusivamente en el hábitat costero.
A partir de estos datos, los investigadores realizaron modelos y observaron una relación entre la anidación de la tortuga verde y la presencia de jaguares en la línea costera.
“Como se esperaba, la probabilidad de detección de los jaguares era mayor en aquellos sitios donde estaban presentes las tortugas verdes”, indicaron los científicos en el estudio.
Desplazamiento. La preferencia de la playa no es antojadiza. La costa da a los jaguares mejores condiciones ambientales dada la degradación del hábitat montañoso debida a la expansión –desde 1990– de plantaciones de banano y piña en esta zona, que se encuentra en las afueras del Parque Nacional Tortuguero.
“Los grandes mamíferos que son carnívoros necesitan un amplio espacio, y esta necesidad ha conducido a que muchas especies estén altamente amenazadas”, indica el estudio.
Asimismo, la cacería por parte del ser humano ha mermado la cantidad de especies que usualmente son presas de estos felinos, como el chancho de monte ( Tayassu pecari ), el venado ( Mazama americana ), la guatusa ( Dasyprocta punctata ) y el tepezcuintle ( Cuniculus paca ).
Al ser oportunistas, los jaguares adaptan su alimentación al recurso que más abunde. En este caso, los felinos variaron su dieta y empezaron a comer tortugas marinas.
En Tortuguero, en 30 kilómetros de playa, desovan cuatro especies de tortugas marinas (verde, baula, carey y cabezona).
Esa alta disponibilidad de presas obligó a los jaguares a moverse a la costa y ahora corresponderá diseñar estrategias para asegurar su conservación.