“Es imposible tener gente sana en un planeta enfermo”. Con esta frase de Gary Cohen, creador de la organización Salud Sin Daño, la jefa administrativa del Hospital Nacional de Niños (HNN), Adriana Romero Retana, concluyó su presentación en el Foro de Sostenibilidad 2024, actividad organizada por La Nación.
La charla de Romero, titulada “Hospitales que curan al planeta”, dio un recorrido por las acciones que ha tomado el HNN para convertirse en un hospital verde y cómo estas decisiones han impulsado a otros centros de salud a concentrarse en pos de un mejor medio ambiente.
“En los hospitales estamos tratando de curar a los pacientes, pero sin que eso afecte la salud de otras personas, que vuelvan a ambientes que no los vuelvan a enfermar”, destacó.
¿Puede un hospital ser “verde”? Lograrlo y mantenerlo puede ser más difícil que en otro tipo de organizaciones, sobre todo, por la naturaleza de las sustancias que ahí se manejan y los residuos que se generan. En su presentación, Romero explicó cómo el centro médico lo logró.
Un camino que empezó en 1998 para el hospital
En 1998, Romero apenas iba entrando al HNN cuando la llamaron para hablarle de un problema serio: el centro de acopio donde disponían los residuos ya estaba saturado y no se podían ni cerrar las puertas.
“El doctor Edgar Mohs (quien dirigía el centro hospitalario) me dijo: ‘Adriana, vea a ver qué hace usted con eso’. Y me puse a ver qué hacía”, rememoró.
En aquel entonces, en Centroamérica había un programa llamado Ala9133, que servía para capacitar al sector salud en temas de residuos. Ella y dos enfermeras se capacitaron y enfrentaron el problema.
El primer paso fue ir a cada servicio de hospitalización y ver qué residuos se estaban generando. Ahí vieron que tenían bioinfecciosos, punzocortantes, comunes, y había material reciclable y revalorizable. Capacitaron al personal de aseo y enfermería y compraron recipientes diferenciados para gestionar los residuos desde cada punto.
Se compró una autoclave, un dispositivo que esteriliza instrumental médico o que ayuda a disponer mejor de los desechos hospitalarios.
Un pozo que representó más que ahorro para el hospital
Cinco años después, con el programa de reciclaje y de residuos ya funcionando, Romero y su equipo quisieron trabajar con el pozo que tenía el centro médico, que se había construido para usarlo en caso de emergencia por falta de agua, pero que no sabían cómo utilizar.
Gracias al Laboratorio Nacional de Aguas, el equipo aprendió el manejo del pozo. Desde entonces, se realizan controles diarios de cloro residual, controles mensuales de bacterias y otros semestrales de la vida útil del pozo.
Desde ese momento, ese pozo ahorra más de ¢7 millones mensuales, pues es utilizado para todo el hospital sin depender de los servicios de acueductos. Además, este permite tener agua disponible todo el tiempo.
Hospital libre de mercurio pionero
Todas estas acciones llevaron a que, en 2007, Romero fuera contactada por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) para convertir al Nacional de Niños en un piloto para América del programa Hospitales Libres de Mercurio.
“El mercurio es peligroso y tóxico para las personas. Tuvimos que hacer un inventario en todos los rincones del hospital buscando todos los insumos, equipos y dispositivos con mercurio. Vimos equipos de medición, de mantenimiento, hasta sondas con mercurio”, rememoró.
Al final de este estudio se determinó que había 24 kilos de mercurio. Junto con la EPA se planeó el correcto tratamiento y disposición y se reemplazaron los equipos que tenían la sustancia.
En 2008 el HNN fue declarado como libre de mercurio. Hoy, los 29 hospitales, más de 100 áreas de salud y más de 1.000 Ebáis están libres del material.
Hospital Verde y Saludable
En 2011, Romero se encontró con la organización Salud Sin Daño, que busca declarar a los centros de salud como Hospitales Verdes y Saludables.
Para ello deben cumplirse varias condiciones, como liderazgo en temas ambientales, manejo de sustancias químicas, tratamiento y disposición adecuada de residuos, el uso razonable de energías limpias, y hacer las compras más sostenibles posibles.
El Hospital de Niños fue el primer centro médico en Costa Rica en recibir esta acreditación; actualmente, hay 22 hospitales nacionales así declarados.
Mitigación de cambio climático
En 2018, crearon un plan para la mitigación del cambio climático, gracias a la cual, zonas que antes se inundaban dejaron de hacerlo.
Desde entonces, el HNN busca la creación de políticas públicas para que los centros de salud tengan estrategias de adaptación del cambio climático y de mitigación de sus efectos.
“Ya la sostenibilidad no es si quiero o no quiero, es imperativo. Por el futuro de los niños, pero también de sus colaboradores”, concluyó.
Esta es la tercera edición del Foro de Sostenibilidad. Es organizado por La Nación con la participación del Banco Nacional, y el patrocinio de Bakertilly, Grupo Numar, Arcos Dorados, Florex, Nestlé y Coca Cola.