En un acto simbólico, donde dos nuevas especies de avispas fueron bautizadas en honor a la directora del Museo Nacional de Costa Rica (MNCR) y la coordinadora del departamento de Historia Natural de esa institución, el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio) traspasó oficialmente las colecciones biológicas que custodió por 25 años.
Dichas colecciones constan de aproximadamente 3,17 millones de artrópodos (insectos, arañas y escorpiones), 349.330 plantas y 49.598 hongos, los cuales se suman a los más de 350.000 especímenes que ya posee el MNCR, algunos de ellos con 128 años de antigüedad.
De esta forma, con la unión de ambas colecciones, el MNCR tiene la colección biológica más grande del país.
"Ahora tenemos una gran biblioteca de la riquísima biodiversidad de Costa Rica, con millones de especímenes y un altísimo grado de identificación. Tenemos una de las mejores colecciones en el mundo", declaró Rodrigo Gámez, presidente y fundador del INBio, y agregó: "Esto no solo es importante para la ciencia, sino también para la agricultura, el turismo, la medicina, la industria, la educación y en la promoción de la cultura, una cultura autóctona donde uno de sus pilares es la identificación del ciudadano con la rica naturaleza de su país".
Para la ministra de Cultura y Juventud (MCJ), Elizabeth Fonseca, el manejo de estas colecciones biológicas representa una responsabilidad que se traduce en el compromiso de conservarlas, en hacerlas crecer y facilitando las condiciones para realizar investigación.
Las colecciones permanecerán en los mismos lugares: en la sede del MNCR en San José y en el edificio adquirido por el Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), en Santo Domingo de Heredia. Esto a la espera de la construcción de un nuevo edificio, previsto para dentro de dos años.
Junto al material biológico, INBio traspasó la base de datos Atta que posee información asociada a los especímenes como ubicación geográfica (con sus respectivas coordenadas), nombre de la persona que hizo la recolecta, fecha de recolección, metodología utilizada e información científica que los especialistas han generado.
La base de datos Atta y la plataforma Ecobiosis del MNCR se homologará n con ayuda del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt). Con ello se pretende mejorar el acceso y consulta de la información.
Asimismo, INBio decidió donar al Estado equipo e inmuebles necesarios para el uso y conservación de las colecciones, cuya inversión inicial fue de ¢800 millones. Se donó estantería, gabinetes climatizados, equipo óptico y esteroscopios, entre otros.
"En el futuro prevemos entregar más, porque nos dejamos aún equipos necesarios para proyectos de investigación que están en proceso", señaló Randall García, director ejecutivo de INBio.
El decreto ejecutivo que brinda seguridad jurídica al MNCR para recibir estas colecciones fue publicado hoy viernes 27 de marzo en el diario oficial La Gaceta.
Sobre el temor de INBio con respecto a una supuesta apropiación de sus activos a partir de este decreto, García descartó la toma de acciones legales, esto dado al proceso de diálogo que mantuvo el centro de investigación con el MNCR.
"Hemos tenido un acuerdo negociado entre las partes, satisfactorio para todos. A no ser que se pretendiera en algún momento tener equipo adicional, amparado en el decreto, entonces habría que analizarlo", dijo García a La Nación.
En cuanto a los pasos a seguir, Fernández explicó: "Todavía hay temas que tenemos que confirmar y bueno, hay un futuro que todavía no manejamos de proyectos. En ese sentido, hemos tenido una conversación muy rica con el Ministerio de Ambiente (Minae), porque los futuros permisos de investigación deberían contemplar recomendaciones técnicas del Museo, para hacer más ordenado y eficiente el ingreso de futuros registros".
Sobre el personal necesario para atender las colecciones, Fernández espera que en término de tres meses puedan estar contratando a los ocho curadores y tres informáticos. "Estamos afinando los perfiles de esos puestos y entre tanto, el equipo de Historia Natural va a hacer un esfuerzo de planificación de sus recursos porque vamos a tener dos sedes", acotó.
Dos avispas para la valentía. INBio quiso agradecer el liderazgo de Rocío Fernández y Cecilia Pineda, directora y coordinadora de Historia Natural del MNCR, en este proceso de traspaso de las colecciones biológicas y por ello, dos nuevas especies de avispas llevan su nombre.
"En reconocimiento a su valentía y fortaleza para aceptar el reto de integrar las colecciones nacionales de diversidad biológica del Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio) con las colecciones de biodiversidad nacional del Museo Nacional de Costa Rica", se justifica en el artículo científico que describirá a ambas especies.
La avispa que recibió el nombre de Fernández (Aphelagathis rociofernandezae) se reportó en el bosque húmedo del Área de Conservación Guanacaste (ACG), como parte de las investigaciones lideradas por el ecólogo Daniel Janzen. Un investigador de la Universidad de Kentucky fue quien hizo la identificación del especímen.
"Esta es una avispa muy rara. En 37 años ha sido vista solo dos veces: una en el 2004 y la otra en el 2012", dijo García.
En cuanto a la avispa bautizada con el nombre de Pineda (Aphelagathis ceciliapinedae), esta fue reportada en el bosque seco del ACG.
"Es la biodiversidad dándoles la bienvenida a ellas en esta nueva tarea", comentó García.