El fuego en zonas forestales se expande más de lo usual en el 2019.
El fenómeno de El Niño, que trajo altas temperaturas, fuertes vientos y una temporada seca más larga, facilitó incendios en 1.586 hectáreas dentro de las Áreas Silvestres Protegidas del país.
Aún faltan tres semanas del mes más peligroso del año, pero la cifra ya superó los terrenos afectados en el 2017 y 2018, cuando en toda la temporada se incendiaron 1.172 y 1.497 hectáreas, respectivamente.
Además, entre el 1.° de enero y el 7 de abril el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) atendió 123 siniestros en áreas protegidas y propiedades privadas, la mayor cantidad entre estos meses desde el 2007.
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Si continúa la tendencia de los últimos años, la cantidad de terreno afectado se podría duplicar o triplicar en lo que resta de la época seca, aseveró Luis Diego Román, Coordinador del Programa Nacional de Manejo del Fuego.
“Ya se están dando algunas lluvias, pero no tenemos que confiarnos. La experiencia de muchos años nos indica que esto se puede alargar todo mayo, principalmente en el Pacífico norte y la parte de Upala y Los Chiles, y cuidado si no hasta junio. Hemos atendido incendios hasta casi la mitad del año, en julio, seguimos vigilantes hasta que la cantidad de lluvias nos indique los contrario”, apuntó Román.
Los gastos del Sinac en la atención de incendios se calcularán hasta el final de la época seca; sin embargo, Román estima que serán superiores a $1 millón.
Para esta temporada, han colaborado 614 bomberos forestales voluntarios, 64 personas en las siete brigadas de refuerzo y alrededor de 270 funcionarios que responden en el terreno para atender los siniestros.
La viceministra de Ambiente, Pamela Castillo, indicó que la mayor parte de los incendios forestales se pueden prevenir, pues el 98% son causados por acciones humanas.
“Una de las principales acciones humanas que provocan incendios forestales son las quemas de basura y de pasto, pero adicionalmente, ahora que se acerca Semana Santa, uno de los mayores riesgos son las fogatas, o puede ser tan simple como botar un cigarro al suelo”, afirmó Castillo.
Imágenes satelitales facilitadas por el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) muestran cuánto se secó la vegetación entre el 27 de marzo y el 3 de abril de este año.
Las Áreas de Conservación más afectadas en el año son las de Guanacaste, Tempisque y Arenal Tempisque, con un 51% del daño total (819 hectáreas).
Un 30% (471 hectáreas) de los terrenos incendiados están en el Área de Conservación Osa, mientras que un 17% (269 hectáreas) se ubican en el Pacífico Central. El restante 2% se distribuye en el resto del país.
Uno de los peores incendios en el año fue el que consumió 470 hectáreas en el humedal Térraba Sierpe, en Osa, iniciado el 9 de marzo.
Las llamas las encendió un agricultor para realizar una quema de terreno y proceder a la siembra de repastos, pero el fuego se le salió de control y alcanzó el área protegida.
El Sinac recolecta las pruebas para presentar una denuncia ante el Ministerio Público; no obstante, Luis Diego Román lamentó que en estos casos predomina “una gran impunidad”.
La Ley Forestal impone penas de uno a tres años de prisión a quien provoque, con dolo, un incendio forestal. Si lo causa un acto culposo, la prisión es de tres meses a dos años.