Si usted es de los que en estos días se va de paseo, recuerde: alimentar animales del bosque con galletas o papas tostadas tiene un impacto negativo para su salud y atenta contra la estabilidad del ecosistema.
“Para los monos es más fácil ir y abrir un salveque para robarse una galleta, que andar por el bosque buscando frutos e insectos, pero esa galleta aporta solo carbohidratos a su dieta, mientras que una larva de mariposa les aporta proteína”, explicó Grace Wong, investigadora del Instituto Internacional de Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional (Icomvis-UNA).
Debido a ese cambio de dieta, ya se reportan padecimientos propios de los humanos en los animales silvestres, como sedentarismo, grasa en órganos internos y caries.
“Podemos transmitirles enfermedades y viceversa. Nosotros tenemos una cantidad y variedad distinta de parásitos a los que ellos poseen y se han encontrado animales muertos que, a la hora de realizarles exámenes, tienen parásitos que no son de su especie, por lo que deducimos que se transmiten a través de la comida”, destacó Laura Porras, también investigadora del Icomvis-UNA.
El problema de alimentación a la fauna silvestre llegó en el Parque Nacional Manuel Antonio a tal punto, que el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) se vio obligado a prohibir el ingreso de comida.
Turismo responsable. En esta Semana Santa, y dada la alta visitación turística en áreas silvestres protegidas, las investigadoras hacen un llamado para que las personas se abstengan de alimentar a los animales y denuncien a los guías que incentivan este tipo de prácticas.
“Muchos turistas actúan por desconocimiento, pero algunos guías lo hacen por obtener una mayor propina. Hemos visto a guías que ponen alimento en ciertos sitios para atraer a los animales, así saben por dónde llevar al turista; o hacen sonidos de algún depredador para que un perezoso se mueva, o imitan el sonido de un tucán para que los que están anidando salgan del nido”, denunció Wong.
“Alimentar a los animales silvestres es una actividad ilegal. Muchos ven un animal y dicen: ‘Pobrecito, tiene hambre’. No siempre es cierto, los animales obtienen su comida de forma natural, en épocas del año hay periodos de menor disponibilidad de comida, pero eso también es parte del proceso natural que ayuda a regular las poblaciones”, manifestó la investigadora del Icomvis-UNA.