La Comisión Ballenera Internacional rechazó este jueves el proyecto de crear un refugio para ballenas en el Atlántico Sur defendido por países latinoamericanos y aumentó las exigencias para la caza por motivos científicos, que Japón quiere reanudar en el Antártico.
La propuesta de Argentina, Brasil, Uruguay y Sudáfrica, obtuvo dos tercios de los votos de los miembros de la CBI, reunidos en Portoroz (Eslovenia), y no el 75% necesario para su aprobación, constató la AFP.
En concreto, 40 países votaron a favor, 18 en contra y dos se abstuvieron.
La representante brasileña dijo estar "decepcionada" por el resultado, pero al mismo tiempo "animada" a continuar su trabajo en favor de la creación de un santuario en el Atlántico Sur, ya que "el apoyo a este proyecto aumenta".
La Comisión ha abordado en varias ocasiones este proyecto. Las ballenas ya cuentan con dos refugios en el océano Austral y en el Índico.
Los partidarios de los refugios para los grandes cetáceos estiman que estos garantizan una protección reforzada, si un día la moratoria impuesta a la caza comercial de ballenas se flexibiliza.
"Estos santuarios son importantes refugios seguros para las ballenas en un medio ambiente cada vez más amenazado", estimó Rebecca Regnery, de la ONG Human Society International.
La CBI también aprobó este jueves un texto que endurece los criterios para la caza de ballenas por motivos científicos, ante las intenciones de Japón de reanudar esta práctica en el Antártico.
La resolución no vinculante, propuesta por Nueva Zelanda y debatida durante la 65ª sesión de la CBI, obtuvo 35 votos favorables, 20 en contra y 5 abstenciones.
Los países balleneros (Japón, Islandia, Noruega, Rusia) se opusieron al texto, así como países africanos y del Caribe. Los miembros de la Unión Europea, Estados Unidos, Australia, numerosos países de América Latina, Gabón y Sudáfrica votaron a favor.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) reconoció en marzo de 2014 que la caza científica de ballenas por parte de Japón escondía en verdad una actividad comercial.
El texto, votado el jueves, retoma los principales argumentos del auto de la CIJ respecto a la evaluación de programas científicos de caza de estos cetáceos.
Los países pidieron que se analice si el tamaño de las muestras es "razonable" respecto a los objetivos perseguidos y si estos objetivos pueden alcanzarse "por medios no letales", así como garantizar que "las informaciones obtenidas por medios letales buscan mejorar la preservación y la gestión de las ballenas".
Japón reafirmó en Portoroz ante la CBI que no cazará ballenas en la temporada 2014-2015 en el Antártico, pero que no renuncia a la caza de estos cetáceos en sus aguas.
En este sentido, antes de finales de año las autoridades niponas presentarán un nuevo programa científico para 2015-2016 en el Antártico.
"Es una decisión importante [...] que, si se respeta, debería poner fin a la caza ilegal de ballenas en nombre de la ciencia", indicó Aimée Leslie, de la organización ecologista WWF.
Según datos de la CBI, Japón capturó 417 ballenas por motivos científicos en 2013. En total, se cazaron 1.600 ballenas en el mundo ese mismo año.