Los pericos de Costa Rica hablan diferentes dialectos según la zona donde viven, pero cada vez hay más que son bilingües, pues se comunican tanto con el dialecto del norte como del sur. Así concluyeron investigadores estadounidenses que durante décadas han estudiado en nuestro país a la especie Amazona auropalliata, también conocida como perico de nuca amarilla.
“Es un mismo idioma, pero con diferentes dialectos y acentos. Como cuando en un mismo país, según sus regiones, hay variantes de un mismo idioma y se escuchan diferente, pero sirven para comunicar lo mismo”, explicó Christine Dahlin, una de las investigadoras y autora principal de este último artículo científico.
Estos resultados, producto de pesquisas realizadas en diferentes partes de Guanacaste, Alajuela y Puntarenas entre 1994 y 2016 ―y años posteriores de análisis―, fueron publicados en la edición más reciente de la revista Proceedings of the Royal Society B.
La idea era saber cómo se comportan los pericos en sus ambientes naturales, explicó Timothy Wright, coordinador de la investigación.
De antemano se sabía que, cuando son mascotas, estos pájaros tienen la habilidad de mimetizar la voz humana. ¿Pero qué sucedía en sus hábitats naturales? Costa Rica era un buen lugar para llevar a cabo ese trabajo de campo, ya que tiene grandes cantidades de estas aves en la costa pacífica y la frontera norte.
“He estado interesado en esta especie porque es una ‘campeona’ en el aprendizaje vocal. Su comunicación es muy compleja”, destacó Wright.
La Nación conversó con Dahlin y con Wright. Ambos hablaron de cómo surgió el estudio, lo que han descubierto en todos estos años de investigación y lo que esperan descubrir en su próxima visita a Costa Rica, en 2028.
Tres dialectos en una misma especie de pericos
En 1994, Wright vino por primera vez a Costa Rica. Condujo desde San Diego, California ―donde estudiaba en ese entonces― en su microbús Volkswagen.
Cuando estuvo en los diferentes sitios del Área de Conservación Guanacaste, colocó micrófonos y grabadoras para analizar los cantos de estas aves. Se concentró en las horas donde más se escuchan estos cantos: de 5 a 6:30 a. m. y de 5 a 6:30 p. m.
Así fue como escuchó que el llamado de estas aves era el mismo. Su sonido era similar a “wa-wa”. A este canto lo llamó “dialecto norte”.
“Pero luego, fui más al sur de Liberia y fue todavía más al sur, a la provincia de Puntarenas y ¡Eureka! La misma especie tenía un sonido totalmente diferente”, recordó Wright.
Aquel sonido era más similar a un “whip-whip”. Lo bautizó como “dialecto sur”.
Wrigth indicó que estos llamados se daban en el mismo contexto: pájaros que iban llegando a determinado lugar y se encontraban con otros de su especie.
En esta investigación determinó que había tres dialectos: uno principalmente en la península de Nicoya (el norte), otro de Liberia hacia el río Tárcoles (el sur) y uno que estaba en los alrededores de la frontera norte (el nicaragüense).
Los dialectos eran muy marcados y diferenciados en cada región, salvo por los límites entre una zona y otra. En esos sitios limítrofes se encontraron unos pocos individuos bilingües, en los que se alternaban cantos del norte y del sur.
“Esos especímenes bilingües eran muy raros en ese entonces, en 1994″, rememoró.
Cambios en los dialectos de los pericos... y en su bilingüismo
En 2005, cuando ya Wright era profesor asistente en la Universidad Estatal de Nuevo México, regresó a Costa Rica con Dahlin, quien era la primera estudiante de posgrado a la que daba mentoría y servía como tutor de tesis.
Ellos fueron exactamente a los mismos lugares en los que Wright había estado la primera vez, pues los pájaros seguían viviendo en esos mismos sitios y regresando a los mismos árboles.
Así, se encontraron patrones muy similares a los que se habían visto 11 años atrás. Los dialectos sonaban muy similares, había unos cuantos individuos bilingües y el dialecto nicaragüense parecía abarcar un terreno un poco más amplio.
“Mi tesis en ese momento era que este era un fenómeno cultural muy estable que no parecía cambiar”, manifestó Wright.
Sin embargo, el mayor cambio se vio en su regreso en 2016, cuando Dahlin ya era profesora en la Universidad de Pittsburgh en Johnstown, título que mantiene hasta hoy. Volvieron a los mismos lugares, pero encontraron un comportamiento muy diferente con los sonidos. Por ejemplo, vieron que el dialecto del sur tenía variantes, a las que bautizaron como sur A y sur B.
“En el sur comenzamos a escuchar nuevos tipos de llamados que no habíamos oído antes. Oíamos al antiguo sonido del sur, pero no tanto, los nuevos tipos iban predominando”, destacó.
Mientras tanto, en el norte, comenzaron a escuchar más pájaros bilingües que utilizaban tanto el canto del norte como del sur. El canto de Nicaragua no se escuchó, pero posteriormente fueron a Nicaragua y sí lo escucharon cerca de la frontera de Costa Rica. Esto podría indicar que quienes lo utilizaban “se movieron más hacia el norte”.
¿Por qué hay más pericos bilingües?
El fenómeno de pericos bilingües y nuevos subdialectos, así como la migración más al norte del dialecto nicaragüense se dio en combinación con otro: un declive en la población de esta especie. Entre 2005 y 2016, cita el estudio, la cantidad de estos pájaros se redujo en un 54%. Según los investigadores, esto se debió a la pérdida de hábitat por nuevos sembradíos de caña de azúcar y arroz, a la urbanización y al comercio para mascotas.
“Para los pericos era más fácil vivir en terrenos donde había ganado, porque los ganaderos dejaban los árboles grandes donde las aves hacen nidos. Esto ya no se ve con los cultivos de caña y arroz”, explicó Wright.
Dahlin manifestó que esta reducción también se ve en lugares donde hay mucha vegetación. Por eso, ella considera que el cambio climático y un aumento en la temperatura puede estar relacionado con una población diezmada.
El investigador dijo que, aunque no tienen todavía la evidencia “amarrada” sí tienen varias hipótesis de que ambos fenómenos están ligados. Al tener una población más reducida, puede impactar la forma en la que socializan las aves, y en las fuentes de dónde aprenden a comunicarse. Al tener menos lugares para crecer, una de las hipótesis es que deban volar distancias mayores y ahí encuentran especies que “hablan” el otro dialecto y pueden familiarizarse con él.
No obstante, tanto Wright como Dahlin son enfáticos en que Costa Rica tiene mayor trabajo ambiental para preservar estas y otras especies que permitirán estabilizar la población de las aves.
¿Por qué estudiar al perico de nuca amarilla?
Mientras que a Wright comenzó a estudiar pericos en su posgrado, Dahlin lo comenzó desde muy niña. Su amor por ellos la llevó a que su primera exposición de feria científica en la escuela fue sobre la comunicación de los pericos, de cómo imitar los sonidos humanos y comunicarse.
Cuando comenzó su posgrado, comenzó a trabajar con Wright, que era la única persona que estudiaba la comunicación de estos pájaros en su hábitat natural.
Su motivación va más allá de esa curiosidad infantil. Ella define a los Amazona auropalliata como “muy especiales”: tienen vidas largas, su cerebro es muy complejo, forman relaciones de pareja largas y estables y pueden hacer de un solo árbol su hogar por varios años.
El canto de esta especie también es particular. En muchas especies el macho es el único que canta y tiene esta habilidad comunicativa. En los pericos no es así, tanto macho como hembra tienen esta característica y los cantos son compuestos entre ambos sexos.
“Puede ser un canto de ellos como pareja, pero también como identificación social, para decir que se es parte de un mismo grupo, de una misma pertenencia. También es la forma que tienen de defender su nido de los depredadores. Es una forma de definir pertenencia”, expuso Wright.
Dahlin complementó: “Ellos tienen notas muy específicas para macho y hembra y formas muy estratificadas para hacer esos duetos”.
El investigador añadió que por eso es que en cautiverio “aprenden a hablar”. Ellos escuchan voces humanas todo el tiempo, y por esa identificación buscan sonar lo más parecido posible a quienes consideran compañeros de su grupo social.
En el caso de los bilingües, la hipótesis es que ellos buscan socializar con ambos grupos y aumentar su supervivencia.
¿Qué sigue en el estudio?
Wright y Dahlin regresarán a los mismos sitios de Costa Rica en 2028 para ver cómo están la población y sus formas de comunicación.
Wright indicó que espera ver una población de pericos más recuperada y con esto un equilibrio en sus formas de comunicación, sin embargo, esto no quiere decir que se regresará a lo que se tenía hace 14 o 22 años.
“Una cosa que me intriga es ver qué sucederá con los pájaros bilingües y por qué aumentaron su población y las zonas en las que podría ver. ¿Será posible que haya más? ¿En más lugares? ¿Hay diferencia entre los que solo hablan un dialecto? Podría predecir que para los bilingües es más fácil desenvolverse, pero también podría suceder que los dialectos originales se mantengan y la población bilingüe sea menor. No lo sé”, dijo Wright.
Dahlin, lo compara con lo que nos pasa a los seres humanos cuando vamos de una ciudad o de un país a otro, que si debemos comunicarnos en otro idioma para darnos a entender lo haremos, o que al tiempo de estar en un país diferente iremos “pescando” aspectos del acento.
Sin embargo, estas son solo hipótesis que buscarán respaldar en 2028.