Nunca se es demasiado pequeño para salvar los ríos. Con apenas nueve años, Lucía y sus amigos recorren en bicicleta su comunidad para averiguar de dónde provienen los desechos que contaminan el río. En esa travesía notan que esa basura viaja, desde el pueblo hasta el océano, a través de las cuencas hidrográficas.
Decididos a cambiar las cosas, los menores emprenden acciones –como utilizar una llanta vieja como columpio– que terminan por inspirar a los adultos del pueblo. De esta manera, los pequeños personajes se convierten en guardianes de la naturaleza.
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Esa es la historia detrás de La guardiana de la naturaleza y sus amigos salvan el río, cuento escrito por Jessica Sheffield e ilustrado por Shannon McWhirter. Este cuenta con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y busca inspirar a escolares de zonas rurales a cuidar sus recursos naturales.
"Por cuestiones culturales y el difícil acceso a la literatura infantil en zonas rurales, podría ser el primer cuento ilustrado en el hogar de muchas familias, lo que tiene un inmenso potencial de transformar la visión del mundo de estas nuevas generaciones", comentó Sheffield.
Aparte de dar a conocer una problemática ambiental, el libro pretende educar sobre la correcta disposición de los residuos, el reciclaje y la economía circular (concepto que propone imitar a la naturaleza para optimizar el diseño de las cosas y así reducir al máximo los desechos, más bien se incentiva a utilizar esos residuos como materia prima en otros procesos).
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Al igual como sucede en la historia, Sheffield intenta que los chiquitos "contagien" su espíritu ambiental a sus padres, familiares y comunidad.
"Que nuestro propio hijo o sobrino nos haga notar una práctica dañina que debemos cambiar puede ser más eficaz que el hecho de que nos lo diga otro adulto o un medio de comunicación. ¿Qué puede ser más poderoso que el mensaje proveniente de un niño cuando es su propio futuro lo que está en juego?", dijo la bióloga marina, quien es experta en manejo de recursos naturales.
El libro está dirigido a chiquitos entre los ocho y diez años. Este es el primero de una serie de cuentos enfocados en educación ambiental, los cuales serán utilizados en un proyecto en escuelas.
Cadena de favores
Gracias a la alianza con el programa Bandera Azul Ecológica, se diseñó un proyecto de educación ambiental que utiliza el libro como base y también elaboró un manual para docentes. Tanto el manual como el proyecto son resultado del trabajo conjunto de la organización Earth Equilibrium, Tortuguiones, Del Mar Academy, hotel Harmony y Nosara Recicla.
Actualmente, el proyecto se está probando en siete escuelas de Hojancha y Nosara en Guanacaste, así como de Santa Ana en San José. Para ello, se cuenta con 2.500 libros donados por PNUD, el Fondo para Guanacaste, la Asociación Cívica de Nosara y la organización Nosara Recicla.
"Esperamos que muy pronto llegue a distintas escuelas de las siete provincias de forma gratuita y de fácil acceso", destacó Sheffield.
Para lograrlo, se está haciendo una cadena de favores: por cada libro de pasta dura que se vende, se dona uno de pasta suave a un estudiante de zona rural. Las ganancias de la venta del libro de pasta dura se utilizarán en fortalecer el proyecto de educación ambiental.
Este texto tiene un valor de ¢7.000 y está a la venta, del 25 de agosto hasta el 3 de setiembre, en la Feria Internacional del Libro, específicamente en el stand #17 ubicado en Casa del Cuño.
También lo puede adquirir en la tienda del sitio web: www.laguardianadelanaturaleza.org Allí también puede realizar una donación, en caso que no quiera adquirir el libro pero sí ayudar.