Hace un poco más de dos años, en el jardín de una casa en Turrialba, una nueva especie de orquídea floreció, con la suerte de llamar la atención del botánico Marco Acuña.
El experto estaba intrigado con esta planta por que no se parecía a ninguna otra perteneciente al género Sobralia .
Entonces tomó una fotografía, la cual envió a sus colegas en el Jardín Botánico Lankester de la Universidad de Costa Rica (UCR). Ellos tampoco hallaron similitudes con las especies conocidas a la fecha.
El dueño del jardín no recordaba de dónde procedía la flor, pero le regaló una parte de la planta a Acuña y los investigadores decidieron hacerla florecer en el Lankester, lo cual sucedió en setiembre del 2015.
Al tener una flor viva a la cual estudiar, los científicos iniciaron el proceso de identificación de lo que resultó ser una nueva especie para la ciencia. La bautizaron como Sobralia turrialbina y por el momento solo se conoce en Costa Rica.
El hallazgo fue descrito por Robert L. Dressler, Marco Acuña y Franco Pupulin en un artículo científico publicado el 31 de diciembre del 2016 en la revista Harvard Papers in Botany .
“En este caso, la especie había sido no solamente vista antes, sino también apreciada lo suficiente para ser cultivada en los jardines de Turrialba. El problema es que, a pesar del aprecio de los seres humanos para con su hermosura, esta bella planta todavía carecía de un nombre válido, es decir, no había sido incluida en el catálogo de la vida así como la ciencia lo mantiene al día”, comentó Pupulin a La Nación .
Ecología. Si bien esta orquídea es bastante común en los jardines turrialbeños, Acuña se abocó a buscarla en estado silvestre.
El botánico averiguó que algunas de estas plantas cultivadas en Turrialba, incluido el espécimen que creció en el Lankester, fueron recolectadas en una finca en Mata de Caña, ubicada en una región montañosa formada por una serie de valles profundos que drenan hacia el río Pacuare.
Los investigadores se dedicaron a explorar los alrededores de la cuenca alta del río y allí hallaron a Sobralia turrialbina .
Gracias a esa observación de campo, los botánicos describieron que las plantas de esta especie crecen como epífitas grandes en los troncos y ramas primarias del dosel inferior.
Se le puede observar en el bosque tropical lluvioso, premontano húmedo y premontano lluvioso de la cordillera de Talamanca (en su lado Caribe) y de la cordillera Volcánica Central, a una altitud entre 100 y 900 metros sobre el nivel del mar.
Su principal característica es su coloración. Otras especies de Sobralia en Centroamérica tienen sombras púrpura o rosado brillante, pero esta tiene una coloración rosa un tanto apagada y nacarada.
Posee un labio con una garganta profunda de tonalidad marrón cuyas líneas desembocan en una coloración rosa púrpura.
Por lo general, las especies del género Sobralia son difíciles de estudiar por lo delicado de sus tejidos así como por su floración efímera y gregaria.
De hecho, se les conoce como “flor de un día”.