Bonn, Alemania
Los peores impactos del cambio en el clima, esos que se salen de las manos y que son imposibles de evitar, se llaman "daños y pérdidas" en el diccionario del clima.
¿Un ejemplo? Patricia. Así nombraron al huracán grado 5 (máximo rango en la escala) que estará recibiendo la costa oeste de México en las próximas horas, amenazando con venir acompañado de consecuencias "potencialmente catastróficas", según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
El tema de daños y pérdidas (o loss and damage) incluye eventos extremos como las sequías, tormentas tropicales, aumento en el nivel del mar, inundaciones, desertificación, entre otros.
En este momento, los países más pobres y vulnerables están pagando la cara factura con sus vidas, sus hogares, su capacidad de cultivar alimentos, mientras las grandes productoras de carbón, petróleo y gas hacen abrumadoras fortunas de la venta de los productos responsables del cambio climático.
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Así lo advierte el informe Making a killing: who pays the real costs of big oil, coal and gas? lanzado en el World Conference Centre Bonn, en Alemania. Es acá donde representantes de 195 están decidiendo cómo responder ante el desastre climático que creamos.
En menos de 40 días, estos mismos negociadores deberían firmar en París (Francia) el más ambicioso acuerdo global climático de la historia en la Conferencia de las Partes (COP21).
El borrador de este acuerdo, creado en Lima (Perú) hace un año en la COP20, se discutió durante toda esta semana en Bonn y pretende buscar consenso en las acciones que tomará el mundo para responder ante las consecuencias de un clima cambiante y adaptarnos a lo que se venga.
Los magnates del petróleo. "Sólo 90 productoras de combustibles fósiles son responsables de dos terceras partes de las emisiones globales de carbono, recibiendo subsidios obscenos y haciendo ganancias masivas mientras las comunidades más pobres del mundo tienen que cargar con los verdaderos costos del cambio climático", se lee en el informe lanzado por el Carbon Levy Project.
Para este informe, se dieron la tarea de comparar los costos de los daños de tres diferentes eventos climáticos extremos versus las ganancias de algunas de las más grandes empresas productoras de combustibles fósiles:
- En noviembre de 2013, el mortífero tifón Haiyan impactó Filipinas, matando a más de 7.300 personas y obligando a cuatro millones a huir de sus hogares. Se estima que los daños fueron de $10.000 millones. Las ganancias de Chevron en 2013 fueron de $21,4 mil millones.
- En Kenia, una sequía de cuatro años ha diezmado los cultivos. En su pico más alto, dejó a 13,3 millones de personas con escasez de alimentos y causo la muerte de una gran cantidad de personas. El gobierno de Kenia estima pérdidas de $12.100 millones. Durante el mismo período, Shell obtuvo ganancias de $90.200 millones.
- En Papúa Nueva Guinea, el Gobierno ha iniciado un programa de reubicación de los 6.000 habitantes de las islas Carteret a otras partes del país como consecuencia del aumento del nivel del mar y de la salinidad. Mientras las islas Carteret necesitan $5,3 millones para la reubicación, Exxon Mobil registró $32.500 millones en ganancias sólo en 2014.
"Nuestro informe plantea la pregunta: ¿Por qué deberían las grandes petroleras, empresas de carbón y gas continuar haciendo ganancias escandalosas y externalizar el verdadero costo de su producto mientras los pobres que están pagando con sus vidas", afirmó Julie Anne Richards del Carbon Levy Project.
Daños y pérdidas en el acuerdo global climático. Tradicionalmente en las negociaciones del clima, muchos de los países desarrollados han bloqueado los progresos y luchas para la inclusión de un apartado dedicado específicamente para daños y pérdidas en el acuerdo climático.
¿Por qué? Porque alguien tiene que financiarlo y son ellos los que tienen suficientes recursos para esto.
"Los países desarrollados se oponen a que daños y pérdidas forme parte del acuerdo de París, a pesar de que para los países vulnerables sea una cuestión existencial y su inclusión sea esencial", aseguró Richards.
¿Quiénes no quieren Loss and damage (L&D) en el acuerdo de París? Richards le contestó a La Nación: "Los países ricos no quieren ver L&D en el acuerdo. La opción 2 (que hace referencia a dejar el tema por fuera) la apoyan el Umbrella Group (grupo de negociación de países desarrollados fuera de la Unión Europea) y Suiza. La Unión Europea se está manteniendo silenciosa. Se necesita que sean activos y propongan un camino para seguir avanzando".