Cuando se visita el Parque Nacional Barbilla (PNB), ubicado en Altas Brisas de Siquirres, uno se acerca al estado primitivo de la naturaleza.
Son 11.994 hectáreas de bosque primario de tipo tropical lluvioso, abrazadas por los pueblos indígenas de Chirripó y Nairy aguari.
Tal condición la provee de un estado de conservación envidiable. “Se trata de una zona que nunca se ha intervenido”, comentó Deiver Contreras, administrador del PNB.
Eso explica la presencia de felinos como los jaguares, los cuales poseen un sitio privilegiado en la cosmología cabécar.
“Esta es una zona de tránsito para los felinos y sus presas que vienen del Parque Internacional La Amistad”, dijo Contreras.
Para llegar allí, se ingresa por un camino de lastre que está justo a la par del puente sobre el río Pacuarito, en la carretera que lleva a Limón. El recorrido es pesado; se dura una hora y requiere vehículo de doble tracción.
Ya en el parque, hay dos opciones. Se puede tomar un sendero que recorre varias cataratas escondidas en 2 kilómetros (km) de bosque o caminar un trayecto de 8 km hacia la naciente del río Barbilla.
Para ese segundo recorrido se requiere de buena condición física y experiencia en montaña. “Nosotros recomendamos la compañía de un guía de la comunidad”, sugirió Contreras.
Este es un parque que se visita por el día. Aunque guardaparques y mujeres de la comunidad buscan fondos para incentivar un turismo rural comunitario que permita al visitante hospedarse en el pueblo y así disfrutar a plenitud del parque.
Es importante llevar calzado adecuado para caminar en barro; lo mejor son las botas de hule, así como doble mudada de ropa.
No hay restaurantes cerca; así que el turista debe llevar sus alimentos fríos, porque no hay donde cocinar, y abundante hidratación.
La entrada al parque cuesta ¢1.000 para nacionales y $5 para extranjeros. Más información al teléfono: (506) 8396-7611.