A las 10 a. m. de este martes un grupo de pescadores de barcos camaroneros llegó a protestar de manera pacífica frente a la Asamblea Legislativa, debido a que el sábado pasado se venció la segunda licencia a una embarcación de esa flota y, por disposición de la Sala IV, el Insituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) no puede renovarlas.
"Venimos a acompañar al dueño del barco. Esto es algo como una vela", dijo Roy Carranza, presidente de la Cámara Puntarenense de Pescadores, quien llegó a la marcha con unos 200 trabajadores que dependen de la industria camaronera, los cuales piden a los diputados la aprobación de un proyecto que está en la corriente legislativa y busca evitar el cese de esa actividad.
"Nosotros tenemos en la corriente legislativa un proyecto de ley que cumple los requerimientos de la Sala Constitucional, pero los tiempos legislativos son lentos", acotó Carranza.
Destacó que este año ya se eliminó la licencia a los barcos Capitán Bonilla y El Rey. Con el cese de esos permisos se dejó sin empleo directo a 16 personas y de forma indirecta a muchas mujeres que trabajan en la industria del camarón, así como a las personas que laboran en el mantenimiento de los barcos- Por ello, Carranza hizo un llamado a los diputados para agilizar el trámite del proyecto presentado.
Entre los puntos en los que Carranza afirma que han cedido está el respeto a las áreas marinas protegidas que el Ministerio de Ambiente y Energía establece.
"Sólo tenemos un 30% del mar territorial, pero además desde el primero de enero de este año usamos redes con excluidores de peces junto a los tradicionales excluidores de tortugas. Estos permiten escapar a más del 70% de la fauna de acompañamiento y del 98% de las tortugas", dijo Carranza.
Entre los principales puntos que cuestionó la Sala Constitucional a este tipo de pesca está el daño ambiental, ya que las redes capturan gran cantidad de peces juveniles y otras especies que luego se lanzan sin vida al mar, lo que se denomina fauna de acompañamiento.
"Pedimos a los diputados que nos ayuden con el proyecto. Estamos de acuerdo con las regulaciones, pero no con la eliminación de la pesca de arrastre", añadió el vocero de los camaroneros.
Dijo que los barcos que quedaron sin licencia están botados en el muelle porque no pueden hacer nada.
"No somos los asesinos del mar, implementamos excluidores y prueba de ello es que el país está certificado actualmente por Estados Unidos, país al que se exporta buena parte del producto", puntualizó.
El mes pasado fueron los pescadores artesanales y miembros de organizaciones ambientalistas los que marcharon a la Asamblea a pedir lo contrario, es decir, que no se ratifique el proyecto que piden los camaroneros.
Según estos no hay estudios científicos que certifiquen las bondades de las medidas que los camaroneros afirman haber tomado.