Aunque la mayoría de los dueños de perros asegura que lleva a su mascota al veterinario por prevención, la historia es otra a la hora de preguntarles por vacunación y desparasitación.
Así se evidencia en el estudio Tenencia responsable de perros, efectuado por la organización Protección Animal Mundial.
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En cuanto a desparasitación, algunas personas tienden a confundir esta práctica con quitarles pulgas o garrapatas, cuando en realidad está enfocada en atacar los parásitos internos.
Según el estudio, solo el 16,2% visita al médico veterinario para esto. El 48,8% dice hacerlo anualmente, mientras que el 2,6% semanalmente, y un 4,6% afirma no desparasitarlo nunca.
Cualquiera de las tres respuestas pone en riesgo la salud del animal. Lo recomendable en canes adultos es cada tres meses.
La situación se agrava porque la mayoría de los dueños no recoge las excretas de los animales.
“Puede ser que hoy se desparasite a la mascota, pero se saca a pasear, huele una caca y ya se carga nuevamente de parásitos”, dijo Melania Gamboa, gerenta de Programas Veterinarios de Protección Animal Mundial.
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Vacunas. El consejo de oro es inocular a los perros como mínimo contra rabia, parvovirus, distemper y coronavirus. Eso sí, esa protección dura solo 12 meses.
En este sentido, el 74% de los dueños que asegura vacunar a sus mascotas (de un 84,7% total), lo hizo en el último año y el restante no sabía o dijo haberlo hecho hace 13 meses o más.
Un poco más de tres cuartas partes de estos propietarios asegura que cuenta con cartilla de vacunas, pero al cruzar los datos, “el porcentaje de perros reportados como vacunados y con cartilla alcanzaría tan solo el 48,26%”, apunta el estudio.
A eso hay que agregar que no todos los perros cuentan con todas las vacunas.
Según Gamboa, para que un país esté protegido contra la rabia, el 70% de su población canina debe estar vacunada. En Costa Rica no hay rabia, pero la baja vacunación es una vulnerabilidad.
“Preocupa el bajo número de perros reportados con sus vacunas al día. Si al país entra un perro enfermo de rabia, esto podría desencadenar una epidemia difícil de controlar”,dice el estudio.