Un equipo de investigadores de Panthera Senegal registró la inesperada reaparición del oso hormiguero escamoso, conocido como pangolín gigante (Smutsia gigantea). Esta especie, no avistada en Senegal desde 1999, volvió a ser vista tras más de dos décadas, generando esperanza entre los conservacionistas.
El hallazgo ocurrió durante un estudio con cámaras trampa entre febrero y mayo de 2023 en el Parque Nacional Niokolo-Koba, Senegal, Patrimonio Mundial por la UNESCO. El avistamiento se produjo el 8 de marzo a la 1:37 a. m., hora local, según informó la revista African Journal of Ecology.
El pangolín gigante es una de las ocho especies de pangolines distribuidas en tres géneros (Manis, Phataginus y Smutsia). Es el más grande, alcanzando hasta 1,2 metros de longitud. Este mamífero es una de las especies más traficadas en el mundo, debido a la alta demanda de su carne y escamas por sus supuestas propiedades medicinales.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasifica a casi todas las especies de pangolines como amenazadas, en peligro o críticamente en peligro. Los autores del artículo destacaron la importancia de los inventarios de biodiversidad sistemática y de las áreas protegidas en África Occidental.
Contexto histórico y conservación del pangolín
El último avistamiento del pangolín gigante en Senegal fue en el Parque Nacional Niokolo-Koba durante un estudio similar, hace 24 años. Este descubrimiento revivió la esperanza para la conservación de esta especie en la región. Los especialistas subrayan la importancia de los inventarios sistemáticos de biodiversidad y el valor crítico de las grandes áreas protegidas de África Occidental.
Aunque se creía que los pangolines gigantes estaban extintos localmente en Senegal, aún habitan en las selvas húmedas de África occidental y central. Sin embargo, la deforestación y el tráfico de animales los empuja a un estado de conservación vulnerable. Los expertos esperan que su reaparición en Senegal tenga “enormes ramificaciones para los esfuerzos de conservación en la región”. La concienciación sobre su existencia podría mejorar sus posibilidades de supervivencia.
El rol de las áreas protegidas
Los científicos destacaron el papel crucial de áreas protegidas como el Parque Nacional Niokolo-Koba para la supervivencia de especies en peligro. Este sitio no solo alberga una rica biodiversidad, sino que también sirve como refugio para especies amenazadas. La observación del pangolín gigante en esta zona refuerza la importancia de la protección y gestión adecuada de estos espacios.
Este redescubrimiento también recuerda el impacto devastador de la caza furtiva y el tráfico de animales. La alta demanda de pangolines por sus supuestas propiedades medicinales provocó una explotación masiva, causando su drástica disminución. Las autoridades locales planean establecer un plan que combine medidas de conservación y sensibilización pública para preservarlos.
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