El referendo para decidir la aprobación o no del proyecto de ley sobre bienestar animal está a 13.000 firmas de ser una realidad y sus promotores aprovecharon la octava edición de la Marcha contra el Maltrato Animal, que se realizó este domingo en el centro de San José, para sumar adeptos a esta causa.
La Asociación para el Bienestar y el Amparo Animal (ABAA), organizadora de la marcha y entidad autorizada por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) para recolectar firmas para el referendo, dispuso un puesto donde las personas podían acercarse y dejar su firma en los formularios.
"El apoyo al referendo ha sido increíble, jamás nos lo imaginamos. Nos pusimos una meta de cuatro meses para recolectar las firmas, plazo que se cumplirá en octubre, y logramos hacerlo en apenas 53 días", dijo Juan Carlos Peralta, presidente de ABAA.
"El pueblo está cansado de la violencia y en este momento estamos atacando la primera manifestación de esta que es la que se da en contra de los animales", agregó.
A la fecha, ABAA ya realizó cinco entregas de firmas al TSE. Según Peralta, el tribunal ya tiene en custodia un total de 147.000 firmas de las 160.276 requeridas y que corresponderían al 5% del padrón electoral.
Con motivo de la marcha, organizaciones de todo el país se vieron hoy en San José y entregaron a ABAA los formularios que lograron llenar.
Según Peralta, la próxima semana se estaría realizando la última entrega al TSE.
Aunque la meta es 160.276 firmas, los adeptos al movimiento animalista quieren recoger unas 200.000.
"Queremos tener un sobrante para compensar aquellas firmas que, tras el proceso de revisión que hace el TSE, se cataloguen como nulas", dijo Peralta.
Diferentes. Este proceso de referendo es independiente al que se lleva a cabo en la Asamblea Legislativa, donde el proyecto de ley contra el maltrato animal (expediente N° 18.298) ya fue aprobado en primer debate y actualmente se encuentra en consulta en la Sala Constitucional.
"El proceso de referendo tiene su propio texto, el cual comparte el espíritu y el fondo del proyecto de ley que ya fue votado en primer debate por los diputados", explicó Peralta a La Nación.
Para Marcela Guerrero, diputada del Partido Acción Ciudadana (PAC), ambos textos presentan diferencias en la redacción y habría que considerar el alcance jurídico que estas tendrían.
"Pareciera un tema de forma, pero no lo es", dijo Guerrero.
Este proyecto de ley, presentado a la Asamblea Legislativa mediante el mecanismo de iniciativa popular, propone reformas al Código Penal (Ley N° 4.573 de 1970) y a la Ley de ienestar de los animales (Ley Nº 7.451, la cual data de 1994).
Con estas reformas se pretende especificar delitos y establecer sanciones, tanto multas como penas de cárcel.
Marcha. Representantes de organizaciones, rescatistas independientes y familias con sus mascotas se acercaron esta mañana de domingo al parque Central para participar de la octava edición de la Marcha contra el Maltrato Animal.
La caminata salió a las 10:17 a. m. desde ese parque josefino y llegó a las 11 a. m. a la plaza de la Democracia. Durante el recorrido, los organizadores repartieron bolsas plásticas para recolectar las excretas y se facilitaron piscinas donde los animales podían refrescarse.
En plaza de la Democracia se instaló un campo ferial. Aparte de stands de organizaciones y empresas que ofrecen productos para mascotas, se contó con un puesto de asistencia donde médicos veterinarios de la Universidad Nacional (UNA) valoraron a las mascotas que participaron de la marcha.
En la tarima, representantes de ABAA dieron la palabra a personalidades de la política costarricense como la Primera Dama de la República, Mercedes Peñas, quien aprovechó su discurso para hacer hincapié sobre la importancia de acompañar el proceso de la nueva ley con esfuerzos orientados a la educación.
Este año, Alfredito -perro símbolo del maltrato animal- fue el mariscal de la marcha. Su historia data de 26 de diciembre del 2014, cuando dos personas contactaron a Globalvia Ruta 27, concesionaria de la carretera a Caldera, porque divisaron un perro abandonado cerca de Atenas.
Estaba desnutrido, sufría de sarna y tenía una cadena que le imposibilitaba moverse; al estar siempre en una misma posición, se le hizo una úlcera. Globalvia contactó a la organización Rescate Animal y lo llevaron a la clínica veterinaria La Vete.
Posteriormente, Annie Loría lo adoptó. Ahora, Alfredito visita escuelas y colegios para concientizar sobre bienestar animal.