Arriba en la copa de un alto árbol de guarumo (Cecropia obtusifolia) descansa un perezoso de tres dedos, mientras disfruta de un baño de sol.
Es usual observar a estos mamíferos trepar los troncos de esta especie arbórea, que si bien desde hace mucho tiempo se ha asociado con la supervivencia de los perezosos de tres dedos, aún existen muchas dudas de hasta qué punto llega dicho vínculo.
Justamente una nueva investigación realizada en Costa Rica por científicos de Colombia y Estados Unidos, busca solventar algunos de los vacíos de conocimiento sobre este tema.
El estudio plantea que el rendimiento reproductivo y la supervivencia adulta de los perezosos de tres dedos, están fuertemente asociados con la densidad del guarumo dentro del área central de los animales, que es donde estos descansan, se alimentan y realizan la crianza de sus bebés.
Lo anterior sería el resultado de tres aspectos característicos que tiene el guarumo: su abundancia, la fácil digestión de sus hojas y su arquitectura.
Las conclusiones fueron desarrolladas por el colombiano Mario Garcés-Restrepo, y los estadounidenses Jonathan Pauli y M. Zachariah Peery, estos últimos profesores de la Universidad de Winsconsin, en un artículo publicado el pasado 2 de enero por la prestigiosa Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural.
El documento es el resultado de una extensa investigación de campo que se realizó entre marzo de 2010 y diciembre de 2016, en una plantación de cacao ubicada en Pueblo Nuevo de Guácimo, en Limón.
La triada
El primer factor de los árboles de guarumo que influye en la demografía de las poblaciones de perezosos de tres dedos es la abundancia del recurso, según explicó a La Nación Mario Garcés-Restrepo.
El guarumo es una especie que se caracteriza por crecer en sitios de temprana regeneración, por lo que es común encontrarlos en ecosistemas que han sido intervenidos por la actividad de los seres humanos.
“Adicionalmente, como son especies pioneras, que crecen muy rápido, casi no invierten en las defensas químicas, entonces, son de fácil consumo, ellos (los perezosos) se comen las hojas sin complicaciones y no tienen que procesarlas casi”, explicó el investigador.
El hecho de que las hojas sean fáciles de digerir son el segundo componente, y es particularmente importante ya que los perezosos son una especie herbívora que gasta mucha energía para consumir sus alimentos.
“Como estos animales tienen una digestión tan mala, ellos dependen del sol para aumentar la temperatura corporal y digerir más rápido”, añadió el científico colombiano, refiriéndose al tercer elemento que influye positivamente en las poblaciones de este mamífero, la arquitectura de los árboles.
"Ellos (los perezosos) básicamente tienen un ritual de asolearse, la Cecropia como es un árbol alto y con pocas hojas, hace que sea fácil para ellos acceder a las copas y asolearse, para así incrementar su temperatura corporal ", explicó.
Investigación y resultados
El estudio recolectó información de 54 perezosos de tres dedos; 21 hembras, 19 machos y 14 juveniles en la plantación de cacao, rodeada por pastizales de ganado y bosques ribereños.
Los individuos analizados fueron capturados a mano y marcados con etiquetas PIT (Passive Integrated Transponder), un dispositivo de radiofrecuencia que transmite un código individual único y que permitió a los investigadores obtener ubicaciones de telemetría para los perezosos de cinco a seis veces por mes.
Estos componentes fueron insertados de manera subcutánea entre los omóplatos. Además, se les colocó collares de radio VHF.
Todo se se hizo según los protocolos de la Universidad de Winsconsin y la American Society of Mammalogist.
Por otro lado, el rendimiento reproductivo de la población masculina se evaluó por medio de pruebas de ADN, porque los machos no se preocupan por la descendencia. Caso contrario es el de las hembras, para las cuales usaron la observación.
Los científicos concluyeron que las perezosas se habían reproducido exitosamente si eran vistas con un recién nacido en una sola ocasión, de enero a junio, que es la temporada de cría en el sitio estudiado.
Del mismo modo, se consideró que una hembra adulta no se había reproducido si se observó sin un menor en al menos cinco ocasiones, de enero a junio.
Al evaluar los datos, los investigadores encontraron una relación lineal positiva y fuerte entre la densidad del guarumo y el rendimiento reproductivo de tanto machos como hembras.
Se vio también que la supervivencia de adultos perezosos fue alta ya que solo cinco de los 40 individuos marcados con radio murieron durante el estudio, en particular, los individuos que fallecieron tenían densidades más bajas de guarumo en sus áreas centrales en comparación con el resto.