Organizaciones vinculadas al sector de la pesca artesanal del Pacífico lanzaron este viernes la Red Nacional de Áreas Marinas, donde se promoverá el uso sostenible de las especies marinas y la cultura e identidad asociada a las gentes del mar.
Se integraron en esta iniciativa las áreas pesqueras de Tárcoles en Puntarenas, San Juanillo en Cuajiniquil de Santa Cruz, Palito y Montero, en Isla Chira, Isla Caballo en el golfo de Nicoya y golfo Dulce en el Pacífico Sur.
El lanzamiento de la red se enmarca dentro de las políticas de pesca responsable de la Organización de las Naciones Unidades para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y de las directrices voluntarias para asegurar la pesca sostenible de pequeña escala.
Estas directrices fueron adoptadas por Costa Rica hace tres semanas durante la reunión de ese organismo internacional en Roma, Italia.
La red abarca alrededor de un área de 100.000 hectáreas marinas donde se podrá desarrollar la actividad pesquera de manera sostenible para beneficiar a 730 familias cuya fuente principal de sustento económico depende de los productos del mar.
La idea es controlar la cantidad de lanchas en cada zona y verificar el uso de artes de pesca que permitan extraer peces y mariscos adultos, para permitir a los juveniles reproducirse y perpetuar las especies, entre otras cosas.
El acompañamiento técnico para la creación de la red estuvo a cargo de la Cooperativa Autogestionaria de Servicios Profesionales para la Solidaridad Social (CoopeSoliDar R. L.), con el financiamiento de la Fundación Interamericana (FIA) y Flora & Fauna Internacional (FFI).
Según Ivannia Ayales, del Consejo de Administración de CoopeSoliDar R. L., la formación de esta red representa una oportunidad para mejorar el nivel de vida de los pescadores artesanales y combatir la pobreza en la pesca a pequeña escala, que genera unos 14.500 empleos directos.
"Este paso es sumamente importante porque, además de buscar prácticas de pesca amigables con el ambiente, permite pensar a futuro en mejores estrategias de comercialización e incluso la formación de alianzas estratégicas entre organizaciones de pesca a pequeña escala", destacó Ayales.
Recuperar especies comerciales. En Tárcoles (Garabito, Puntarenas) el 90% de la comunidad labora en actividades vinculadas a la pesca artesanal. El reconocimiento del área marina de esa localidad ha permitido recuperar la biodiversidad.
"Durante el año pasado, por primera vez en Costa Rica, luego de recuperar el camarón jumbo en esas costas se permitió la cosecha de este recurso tan importante, gracias a las investigaciones realizadas por los pescadores artesanales", señaló David Chacón, presidente del Consejo de Administración de CoopeTárcoles R. L.
En ese lugar se llegó a una negociación con la flota camaronera para lograr un alejamiento de ocho brazadas de batimetría (profundidad), medida que posibilitó la regeneración de las especies, escama, molusco y pelágico.
El acto de presentación de la Red de Áreas Marinas de Pesca Responsable (AMPR) se llevó a cabo durante un encuentro de organizaciones locales, entidades públicas e instituciones cooperativas –entre otros sectores- en el auditorio de Casa Presidencial en Zapote.