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Vecinos de la comunidad de Ajuntaderas, ubicada a orillas del río Sierpe, en Osa, Puntarenas, denunciaron la muerte masiva de peces en un sector de ese cuerpo de agua cercano al lugar donde viven.
La queja la interpusieron el lunes 28 de mayo ante el Área de Conservación Osa (Acosa), confirmó Antonio Orozco, encargado de esa instancia del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) en esa parte de la zona sur del país.
Según dijo a La Nación el funcionario, por el momento desconocen la cantidad y la especie de los peces afectados. No obstante, dijo que podría tratarse de cientos de ellos.
Para la identificación del tipo de animales muertos cuentan con la colaboración de especialistas del Área de Gestión Ambiental del Proyecto Díquis, del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
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La tarea de hacer el estudio de aguas y averiguar la causa de la masiva matanza la tienen expertos del Centro de Investigación y de Servicios Químicos y Microbiológicos del Instituto Tecnológico de Costa Rica (Cequia-TEC).
Equipos de ambas entidades se desplazaron este martes a Osa. Ayer, quienes confirmaron el hecho fueron los guardaparques de Acosa.
Posibles causas
¿Qué pudo haber ocasionado la muerte de los peces? “Pudo ser una sustancia química con que hayan fumigado, como un herbicida, un plaguicida o fertilizante, o también puede haber sido alguna bacteria en el agua, un patógeno, como un alga que haya enfermado a los organismos”, explicó Orozco.
El río Sierpe baña el Humedal Nacional Térraba Sierpe, un área silvestre protegida de nuestro país, la cual presume de importancia internacional por la convención Ramsar, una normativa que vela por la preservación de los humedales en el mundo.
Tanto dentro del humedal –incluidos los linderos del río– como en las zonas aledañas, es común la explotación agrícola, principalmente de arroz y de palma aceitera.
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Otra de las actividades económicas que sostiene a las familias de esa región es la pesca de productos como camarón, piangua y chucheca. Esta se da a escala artesanal y comercial.
Solo en la comunidad de Ajuntaderas, donde se reportó el hallazgo de los peces, unos 20 hogares subsisten de la pesca, así como de la corta de palma aceitera.
