El 50% de los hogares costarricenses tienen perros y en la mayoría de estos, los zaguates son los reyes de la casa.
Así lo revela el estudio Tenencia responsable de perros , realizado por la organización Protección Animal Mundial.
“Los de raza mixta ya no son menospreciados y los estereotipos de que los canes deben ser de raza están desapareciendo”, se lee en el estudio.
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“El trabajo que han realizado las organizaciones locales para que se adopten perritos de la calle ha sido muy grande y esto ha terminado por influir en la percepción de las personas hacia los que son de raza mixta”, comentó Melania Gamboa, gerenta de Programas Veterinarios de Protección Animal Mundial.
La investigación realizada por esta organización pretendía evaluar la situación de las mascotas en el país y la relación con su dueño.
En este sentido, se analizaron aspectos como vida y costumbres, tipo de trato, control médico, alimentación y convivencia, entre otros.
Para ello, se subcontrató una encuesta telefónica que se aplicó a 1.850 familias entre diciembre del 2015 y enero del 2016.
Asimismo, se entrevistó a domicilio a 150 hogares que carecían de teléfono.
La cobertura de la encuesta fue nacional y su nivel de confianza se calculó en 95%.
Otras razas. En preferencia, a los zaguates les siguen el poodle miniatura, el chihuahua, el american stafford y el schnauzer miniatura.
Eso sí, el estudio alerta sobre la creciente tendencia de comprar o adoptar perros de la raza american stafford. En el 2012, esta raza estaba en el noveno puesto de preferencia entre los ticos y este año escaló al cuarto lugar.
“No es que la raza en sí sea mala, sino que tradicionalmente esta ha sido muy maltratada. Los perros son usados para peleas , comprados por estatus, convirtiéndolos así en objetos y sacados con cadenas cortas que los ahorcan y les impiden respirar”, se detalla en el informe.
“Los american stafford son perros superlindos con las personas, por lo cariñosos que son, pero necesitan un dueño con conocimiento en comportamiento canino y que sepa manejarlos para evitar accidentes . Ese nivel de conocimiento no es usual en la familia promedio costarricense”, destacó Gamboa.
El mismo estudio advierte de que si bien los ticos aman a los perros, son dueños despreocupados , poco vigilantes en cuanto a cuidados veterinarios y con escasa educación en cuanto a prevención de mordeduras , lenguaje canino y socialización.
Gamboa mostró preocupación ante la “mala fama” de los american stafford y otras razas mal llamadas agresivas. “ Todos los perros muerden. El problema con estas razas grandes es que no es lo mismo una mordedura de un chihuahua que la de un american o rottweiller”, dijo la veterinaria.
Casas perrunas. El 58,5% de los hogares costarricenses tienen mascota y en el 50% de ellos, se trata de un perro.
Extrapolando esa información y cruzándola con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en total, serían 738.310 viviendas las que poseen cánidos.
“Ese nivel de tenencia es igual al observado en Estados Unidos”, destacó Gamboa.
Eso quiere decir que, según el estudio, en el país habría 1,3 millones de perros con propietario.
Eso se traduce en una relación de 3,58 personas por cada can con dueño. En otras naciones, esa relación oscila entre 4 y 10 personas por cada perro, así que se está dentro del parámetro mundial.
Se calcula que en el país existen dos millones de perros callejeros. Sin embargo, este estudio indicó que 234.000 canes con dueño salen a pasear solos por el barrio y la mayoría de ellos carecen de collar con placa para identificarlos.
“Así que muchos de esos perros que creemos callejeros, en realidad tienen un hogar”, explicó Gamboa. En la Gran Área Metropolitana (GAM), el número de canes con dueño aumentó; pasó de 583.000 en el 2012 a 823.953 en el 2016.
Según la médico veterinaria de Protección Animal Mundial, es natural que si la población humana del país crece, también lo haga la de cánidos.
No obstante, al número de estas mascotas por hogar sí hay que prestarle atención.
El hacinamiento no solo implica incomodidad para el animal y las personas, sino que también trae consigo enfermedades, tanto las que afectan a los perros como las que se transmiten de animal a humano y viceversa.
El requerimiento de espacio dependerá de la raza y tamaño de del can. En ese sentido, si son pequeños, quizá se podrá tener dos en un espacio reducido, como un condominio. No pasa lo mismo con las razas grandes.
En el 82,3% de los hogares ticos viven uno o dos perros, mientras que en el 18,1% habitan entre tres y cuatro.
Según Gamboa, existiendo suficiente espacio, entre uno y cuatro cánidos aún podría considerarse dentro de la norma.
Sin embargo, y según advierte el estudio, en el 4% de las casas costarricenses viven entre cinco y diez de estas mascotas.
A nivel nacional, los perros cumplen funciones tanto de cuido como de compañía.
En la GAM, estos son destinados más a la compañía y fuera de la GAM, las tareas de cuido adquieren mayor relevancia.