Reuters. México D. F. La antigua cultura tolteca en México, antecesora del imperio azteca, habría ofrecido niños en sacrificio a sus dioses y no solo adultos como se pensaba hasta el momento.
Los toltecas, que pasaron a la posteridad como feroces guerreros y hábiles artesanos, se asentaron en Tula, una ciudad al norte de la actual capital mexicana.
La cultura tolteca floreció durante cuatro siglos y se extinguió cerca del año 1.150 DC.
Los toltecas vivían bajo el liderazgo de militares profesionales y su cultura ritual incluía las ofrendas humanas a los dioses, principalmente de cautivos de guerra.
Pero el hallazgo macabro en la periferia de la zona arqueológica de los restos de 24 niños de entre 5 y 15 años de edad, con indicios de que pudieron haber sido degollados de manera colectiva, echa una nueva luz sobre los rituales toltecas.
“¿Cómo explicar 24 cuerpos reunidos en un mismo espacio? La única forma es pensar que hubo un sacrificio humano”, dijo el arqueólogo Luis Gamboa, responsable de rescatar los restos en Tula.
“En las últimas vértebras de la parte craneal y poscraneal se observan evidencias de incisiones que nos hacen pensar que posiblemente usaron instrumentos filosos con la intención de degollarlos”, agregó Gamboa.
En la fosa, de apenas cuatro metros cuadrados y en terrenos donde existe ahora un edificio público, se encontró también una figurilla relacionada con el dios de la lluvia, Tláloc, al que se le ofrecían niños en sacrificio en varias culturas prehispánicas de México.
Los huesos de los niños, que datan de entre los años 950 al 1150 DC, de acuerdo con las primeras investigaciones, se hallan en buen estado de conservación y, aunque algunos están fragmentados, todavía se pueden apreciar detalles como los dientes de leche.
Los cuerpos estaban colocados mirando a la salida del sol y de donde vienen las primeras lluvias, lo que fortalece la hipótesis de un sacrificio, dijo Gamboa.