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Los parásitos de malaria en Camboya están incrementando su resistencia al medicamento aclamado como la mejor oportunidad del mundo para erradicar el mal.
Medicamentos basados en Artemisinin son actualmente la mejor arma contra la malaria, enfermedad que mata alrededor de un millón de personas anualmente y es diseminada por mosquitos que transportan los parásitos de malaria como el Plasmodium falciparum . Esos parásitos ya desarrollaron resistencia a los medicamentos como cloroquina y sulfadoxina-pirimetamina, anteriormente la línea del frente contra la enfermedad, así que las esperanzas se han aferrado a las terapias de combinación de artemisinin, o ACT.
Sin embargo, los parásitos son más difíciles de tratar con ACT en la ciudad camboyana de Pailin, cercana a la frontera oeste con Tailandia. El descubrimiento fue hecho por investigadores de la institución Wellcome Trust-Mahidol, del Programa de Investigación de Medicina Tropical, de la Universidad de Oxford, basado en Bangkok, Tailandia.
Particularmente, los parásitos se están haciendo más resistentes a una terapia combinada de artesunato, derivado del artemisinin, y mefloquina, un análogo de quinina. Esta combinación es usada para tratar la malaria globalmente.
Durante años han circulado rumores de la resistencia al artemisinin en Camboya, y un relativamente pequeño estudio de Harald Noedl de la Universidad Médica de Viena y sus colegas, publicado el año pasado, sugirieron que esa resistencia está surgiendo.
Camboya y Tailandia. El estudio mas reciente involucró 40 pacientes infectados con P. falciparum en Pailin, y otros 40 en Wang Pha, noroeste de Tailandia. La mitad de cada grupo fue tratado con artesunato exclusivamente, y las otras mitades con la terapia dual de artesunato-mefloquina.
El grupo camboyano tardó casi el doble de tiempo que el grupo tailandés en eliminar de sus cuerpos el parásito: 84 horas comparado con 48 horas. Usualmente, el medicamento Artemisinin elimina el parásito dentro de un plazo de tres días, aclara Nick Day, director de la unidad de investigaciones Mahidol Oxford en Bangkok y co-autor del estudio, publicado en el Jornal de Medicina de Nueva Inglaterra.
La infección brotó nuevamente en seis de 20 pacientes que tomaron solo artesunato en Camboya, en comparación con dos pacientes en Tailandia. En la terapia combinada, la recurrencia fue solamente uno de 20 casos en cada grupo. La Organización Mundial de la Salud recomienda la aplicación de medicamentos basados en Artemisinin solamente en combinación, para retardar que la resistencia aparezca. Pero Day explica que los grupos a quienes aplicaron la dosis única fueron cruciales en el estudio controlado para demostrar que hay un incremento de resistencia al artesunato, y no a la mefloquina sola.
La creciente resistencia de la malaria al artemisinin en Camboya es especialmente preocupante porque los daños surgidos por resistencia a los medicamentos han saltado de allí. “Esta es una llamada de atención”, dice Day. “Hemos notado que son menos sensibles a los medicamentos en un área en donde hemos visto emerger la resistencia anteriormente”. Con el tiempo, el parásito se hará más resistente a las medicinas, aclara.
Acelerar y erradicar. El estudio deja entrever una clara advertencia de que los esfuerzos para erradicar la malaria deben acelerarse, dice Sanjeev Krishna de la Universidad St. George de Londres, quien estudia los orígenes bioquímicos de la resistencia al artemisinin. Dice que esperaba que la resistencia ocurriera eventualmente – pero no tan pronto. “Pensé que tardaría más,” dice. Se necesitan programas intensivos para desarrollar medicamentos, añade, para descubrir nuevas medicinas basadas en artemisinin, así como alternativas.
Se está llevando a cabo un programa de erradicación combinando tratamientos continuos y uso de redes contra mosquitos en ésta área de Camboya, expresa Day. “Se necesitará mucha voluntad política, investigación científica y recursos financieros para lograrlo,” advierte. Pero sin ello, existe el peligro que el parásito resistente logre llegar a su tierra de mayor arraigo – África. “Eso” dice Day, “sería un desastre mayúsculo”.