Una novedosa exposición en el Louvre demuestra cómo el mundo fantástico de las tiras cómicas y la formalidad de un museo tradicional pueden darse la mano.
La exposición “Pequeño diseño: el Louvre invita a los cómics”, reúne a cinco artistas que diseñaron sus obras exclusivamente para esta muestra.
Con este proyecto, una de las instituciones artísticas más prestigiosas del mundo se replantea la misión y objetivos bajo los cuales ha funcionado tradicionalmente desde su fundación en 1793.
Según el curador de la exhibición Fabrice Douar, esta iniciativa cumple el doble propósito de resaltar la calidad estética de las tiras cómicas y renovar la oferta artística del Louvre con expresiones más contemporáneas.
“Cada tira cómica se escogió para reflejar la diversidad del arte. Los cómics no son solo algo ligero; hay tiras cómicas contemporáneos, novelas gráficas, historias de detectives y manga”, dijo Douar.
El concepto y el diseño de la muestra busca convencer al público de que así como los cómics no son solo diversión, el Louvre tampoco es un museo polvoriento y aburrido. Se seleccionaron cinco artistas que tuvieron total libertad para realizar sus obras.
Los mismos creadores se enfrentaron al reto de diseñar una obra en un formato distinto al horizontal que caracteriza al cómic.
Tres trabajos ya fueron terminados: Período glacial, de Nicolas de Crécy; El sótano del Louvre, de Marc-Antoine Mathieu, y Horas irregulares, de Eric Liberge.
El libro de tiras cómicas de Bernard Yslaire estará listo en mayo, mientras que el de manga de Hirohiko Araki, Rohan en el Louvre , se publica el próximo año.
En cada obra, el Louvre es la locación principal. La historia de Yslaire transcurre en 1793, cuando el recién inaugurado museo le encarga al pintor David un retrato de Maximiliem Robespierre.
La tira cómica solo en sepia o blanco y negro, refleja los tonos sombríos de una revolución.
Detalles ocasionales en rojo le recuerdan a los lectores que existe vida, sangre, tristeza y amor.
Una particularidad de esta obra es que el artista diseña la tira cómica en una pantalla digital, no hay nada de papel.
El caricaturista belga invita al público a entrar en su mundo digital de cómics, donde las imágenes no se crean con un bloc y un lápiz, sino con varios clics de un ratón. “Estamos en el siglo XXI, el de las telecomunicaciones”, aseguró.
Otras propuestas están inspiradas en piezas emblemáticas de la colección del Museo del Louvre como la Mona Lisa.
Las tiras cómicas han sido un importante ingrediente en la “dieta” literaria francesa. Colaboró con esta información: Laurencia Sáenz.