Por ejemplo, los frescos en una tumba de la era romana en Tiro cayeron al piso cuando un edificio a 150 metros de distancia fue bombardeado, dijeron expertos de la Unesco que visitaron el Líbano e informaron de sus conclusiones. Algunas pinturas fueron destruidas.
En la antigua ciudad fenicia de Biblos las ruinas fueron manchadas por un derrame de petróleo.
En Baalbek, otra ciudad fenicia –que incluye algunos de los ejemplos más finos de la arquitectura imperial romana– las ruinas pueden haber padecido daños estructurales, agregaron.
“Aunque no fue impactada directamente ni sufrió ningún daño visible importante, las grietas en la piedra probablemente se ensancharon por la conmoción causada por bombardeos cercanos”, precisó Mounir Bouchenaki, jefe de la misión de la Unesco.
Bouchenaki agregó que hacen falta nuevas investigaciones con tecnología fotográfica moderna para determinar la medida de los daños sufridos por las colosales estructuras de Baalbek.
Biblos padeció un derrame petrolero masivo causado por el bombardeo de una planta de energía a mediados de julio, que fue caracterizado como el peor desastre ecológico del Líbano.
El Líbano tiene seis sitios en la lista del patrimonio de la humanidad. Los otros tres puntos así calificados son la ciudad de Anjar, el Valle Sagrado y el Bosque de los Cedros de los Dioses.
Françoise Riviere, directora general asistente de cultura de la Unesco, dijo que reparar estos tesoros redundaría en beneficios para un país orgulloso de su historia.