A pesar de su innegable valor arquitectónico, el paso de los años convirtió al Colegio Superior de Señoritas en un edificio enfermo. Sin embargo, este centenario inmueble será sometido a “cirugía mayor” para reforzar sus paredes, piso, cielorraso y techo.
Dicha intervención es posible gracias a que esta edificación ganó el certamen Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico - Arquitectónico, que le asigna ¢200 millones al Grupo Cebra para ejecturar el proyecto. Cada paso será vigilado por el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (CICPC).
Los trabajos resultaban urgentes. Luego de un análisis, los profesionales que diseñaron el proyecto de restauración explicaron que el inmueble tiene problemas de humedad provenientes de varios puntos como el suelo, el subsuelo, las lluvias y el agua captada en la losa de la azotea del segundo nivel.
“Esta es una propuesta que parte de la realidad de nuestros edificios patrimoniales, muchos en abandono, no por falta de interés, sino por falta de recursos; son edificios que hay que rescatar para mejorar, incluso, las condiciones de la ciudad”, expresó Jorge Omar Vega, del Grupo Cebra.
Los primeros pasos ya echaron a andar, pues es necesario remover toda pintura y repello de la pared del sótano, para comenzar la restauración.
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Posteriormente se colocarán nuevas capas de revestimiento, pero no de cualquiera, sino de uno especial que, al igual que cuando construyeron el edificio hace más de un siglo, está conformado por cal y arena, de modo que se preserve la técnica y se logren óptimos resultados de adhesión al ladrillo, según plantea el proyecto.
Además de la restauración de las paredes, la intervención incluye las restauraciones de cielorrasos, ornamentos de las cuatro fachadas, ventanas y puertas y la pintura de la cubierta de techo. Asimismo, contempla la impermeabilización de la azotea y un nuevo sistema pluvial de desagüe.
El proceso de restauración completo puede tomar unos seis meses, debido a la gran cantidad de trabajos que deben realizarse para que la infraestructura regrese a su plenitud.
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Los daños
La principal afectación está en el sótano, pero no es la única parte de la edificación que está dañada, según el diagnóstico previamente realizado.
Sistema de ventanería, marquetería y puertas: toda la fachada perimetral del edificio presenta un deterioro total y, por lo tanto, se rehabilitarán 91 ventanas de madera de cedro. Serán restauradas con la misma calidad de madera y trabajadas artesanalmente, al igual que las ocho puertas. En algunos casos se requerirá de la restitución total de la pieza, y en otros, de una laboriosa restauración.
Paredes y cielorraso del sótano y paredes del nivel principal: los profesionales lograron cuantificar un área de 1.700 m² de paredes altamente afectadas por el desprendimiento de las diferentes capas de recubrimientos de diferentes épocas y repellos sueltos, las cuales serán resanadas.
Azotea: el edificio tiene problemas de humedad que provienen de diferentes fuentes, entre estas el agua a nivel de suelo producto de las lluvias y la acumulada en el subsuelo; también hay agua acumulada en la azotea. La propuesta busca repellar las paredes afectadas, así como el resane de grietas y mantenimiento de la capa de impermeabilización de la azotea.
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Sistema pluvial: el inmueble presenta un sistema de evacuación de las aguas de lluvia ineficiente: cajas de registro sin profundidad adecuada, la zanja principal en donde se recogen todas las aguas carece de las medidas necesarias; esto genera que con las lluvias no se evacuen en el tiempo necesario y causen pozos de agua. La solución es un rediseño completo del sistema pluvial.
Ornamentos de las cuatro fachadas: se le remozará la cara al edificio con la restauración de los ornamentos y acabados originales que componen sus cuatro fachadas. Según el grupo Cebra, estos elementos que forman parte imprescindible de la arquitectura del edificio están en un proceso de deterioro, y de no ser intervenidos, se podrían perder.
Se buscará la restauración de las piedras que forman parte de las ventanas y puertas de las fachadas; la adecuación de la viga banquina (la que va debajo de la ventana) para darle pendiente hacia afuera y que no ingrese humedad a los marcos de ventanas ni a los muros; pintar canoas y bajantes; restaurar la cornisa medianera; restaurar y pintar las sisas; integrar el color de algunos estucos y repellos; eliminar grafitis, pintar rejas, portones y barandas.
Asimismo, se colocarán mallas y púas para repeler palomas sobre los frontones y cornisas.
Pintura de cubierta de techos: tratamiento de la cubierta del techo del tercer nivel y se removerá la pintura en mal estado y se pintará la cubierta completa junto con las canoas y bajantes.
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