Trabajadores de una finca privada de palma aceitera en Palmar Sur de Osa preparaban un camino interno cuando vieron algo inusual que estaba enterrado.
El objeto estaba casi cubierto por tierra de un canal aledaño, pero sobresalía la parte superior de un objeto de piedra.
Los empleados optaron por alertar a los dueños de la propiedad, ubicada en Finca 12, y estos llamaron a arqueólogos del Museo Nacional de Costa Rica (MNCR), quienes llegaron a confirmar lo que se sospechaba.
La pieza resultó ser una esfera de piedra del período precolombino, de 1,23 metros de diámetro y en perfecto estado de conservación. Este monolito está a dos kilómetros de la zona arqueológica Finca 6, donde se han encontrado decenas de esferas de piedra.
“El que estuviera tan cubierta pudo ser la causa por la cual hasta ahora se realiza este hallazgo”, puntualizó el arqueólogo del Museo, Francisco Corrales.
Pero no fue todo. Además de la esfera, en los alrededores se observaron piedras de río que habían sido removidas de su sitio original para construir zanjas de drenaje. Estas formaban parte de una estructura precolombina que podría ser la base de viviendas o empedrados.
“En los alrededores, también se encontró mucho material cerámico fragmentado y algunos restos de herramientas de piedra, todo lo anterior refleja la presencia de un antiguo asentamiento indígena”, explicó el arqueólogo.
Por la relevancia y complejidad del lugar, el Museo Nacional propone conservar la esfera en su sitio y hacer investigaciones que permitan conocer mejor el entorno arqueológico y diseñar acciones de conservación y gestión cultural.
Este hallazgo, comentó Corrales a La Nación, es la punta de inicio de un trabajo, para estudiar los terrenos aledaños y viendo si hay más o entender los simbolismos, pues solo así se entenderá.
“Solo estudiando en el lugar se entiende la relación de la esfera con su entorno y las actividades de ese entorno. Nos ayudará a entender a la sociedad como un todo, era una sociedad muy compleja con amplias habilidades artesanales y estética. Los mismos que hicieron bellezas en oro, hicieron estas esferas”, recalcó el arqueólogo.
Los propietarios del terreno y el MNCR trazarán en conjunto un plan de trabajo y de manejo del lugar para que pueda hacerse.
“Es buscar la protección del patrimonio, pero también de que tengan ellos la seguridad de que el Museo no va a quitarles la tierra. Es trabajar en conjunto”, dijo Corrales.
“Los propietarios del terreno han sido muy colaboradores, es un grupo familiar y hemos encontrado mucha colaboración por parte de ellos”, añadió.
Zona rica en hallazgos arqueológicos
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Palmar Sur y toda la zona del Diquís, en la zona sur costarricense, es una región que desde la década de 1940 se ha caracterizado por sus hallazgos arqueológicos.
Se trata de un amplio asentamiento indígena, que fue visitado desde los 1940 por arqueólogos como Doris Stone, Samuel Lothrop y Claude Baudez. Ellos registraron la presencia de otras esferas, estructuras de piedra y material fragmentario, en una amplia extensión.
Posteriormente, estas esferas registradas fueron removidas, perdiendo así la información asociada a ellas. Esta nueva viene a sumar.
“El hallazgo de esta esfera y el estudio de su contexto permitirá actualizar información sobre el asentamiento y el papel que el artefacto pudo tener en la comunidad antigua que habitó el lugar y su relación con otros asentamientos cercanos como Finca 6, que forma parte de los sitios con esferas de piedra declarados patrimonio mundial por la Unesco”, agregó Corrales.
La declaratoria de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) se produjo en junio de 2014.
Una de las esferas más famosas se encuentra en el sitio arqueológico El Silencio, es la más grande de las halladas en el país. Mide 2,66 metros de diámetro y pesa 24 toneladas.
Corrales expuso que es muy difícil saber con exactitud cuántas esferas están en esta área, ya que gran número de terrenos fueron saqueados y muchas de ellas no pudieron contabilizarse.
Sin embargo, los cálculos de quienes han investigado la zona hablan de al menos unas 300 esferas de piedra de diferentes tamaños.