Una familia escazuceña mantuvo una esfera de piedra en su jardín durante años, sin que ninguno de sus miembros supiera con precisión cómo llegó ahí. Solo sabían que, hace más de 50 años, se la regalaron a un pariente cercano.
Los poseedores, sin embargo, decidieron comunicarse con el Museo Nacional para hacer una entrega voluntaria, dado que estas esferas, si son precolombinas, pertenecen al Estado y deben estar en un sitio donde pueda ser apreciadas por la población, no en jardines privados.
Arturo Hernández, arqueólogo del Departamento de Protección del Patrimonio Cultural (DPPC) del Museo, explicó que esta esfera es de un material que se llama granodiorita y está en buen estado de conservación.
Los especialistas sí deberán hacerle una limpieza mecánica a la esfera, ya que tiene restos de pintura y hongos por la exposición a la intemperie. Sin embargo, su estructura está en buen estado.
Estas esferas se mantienen en custodia del Museo y conforman una base de datos que sirve para registro e investigación. Eventualmente, podría ser exhibida en un espacio público bajo convenio con alguna institución responsable.
En 2021, el Museo recuperó otra esfera precolombina de 1.000 de antigüedad que se encontraba en el patio de una vivienda en Alajuela.
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Según relató la propietaria de la casa, fue su papá quién llevó la esfera 50 años atrás desde la zona sur. El Museo confirmó que la pieza estaba ubicada originalmente en Pérez Zeledón.