A unos 250 metros del área central del sitio arqueológico Finca Grijalba emerge de la tierra una esfera de piedra de 1,15 metros de diámetro y un peso aproximado de cuatro toneladas.
La esfera había sido hallada en la década de los noventa; sin embargo, fue removida unos cuantos centímetros de su sitio original. La semana pasada un equipo del Museo Nacional empezó a desenterrar la esfera totalmente con el propósito de evaluar su estado de conservación para su posterior restauración. “Presenta algunas fisuras en su superficie y una densa biopelícula, es decir, una capa constituida por microorganismos que colonizan la piedra y le dan la apariencia de una costra negra o bien, de un musgo verdoso. También hay raíces de árboles adheridas a la base”, explicó la restauradora del Museo Nacional, Ana Eduarte.
Según explicó el arqueólogo Francisco Corrales, las esferas se hallan enterradas hoy día pues han sufrido la acumulación de tierra y sedimento durante miles de años, sin embargo, en la época precolombina estaban en la superficie.
“Es interesante su ubicación a unos cuantos metros del centro del poblado”, dijo. Esta esfera muestra en su superficie un picado grueso y no presenta pulimiento alguno.