![](https://www.nacion.com/resizer/v2/CDF5LB367RDERHRP4YCHHW7NMY.jpg?smart=true&auth=964399caa4197f4d9da226add7aa9cf0634a99f2f84c7d629ae8d097b14a424e&width=250&height=163)
París. AFP. La primera era glaciar en el planeta comenzó en la Tierra hace unos 34 millones de años, mucho antes de lo que se pensaba, con una formación casi simultánea de los grandes casquetes glaciares en los dos hemisferios, afirman científicos en la revista Nature de hoy jueves.
Según las hipótesis generalmente reconocidas, los casquetes glaciares, comparables con los que actualmente cubren Groenlandia y el Polo Sur, recién aparecieron en el norte hace unos 10 millones de años.
Aradhna Tripati, de la Universidad de Cambridge, y sus colegas británicos y suecos no están de acuerdo con estas teorías.
Cambio. Gracias al análisis isotópico de muestras de calcita extraídas de los sedimentos marinos del Pacífico tropical y del sector sur del océano Atlántico, los científicos descubrieron que después de un período durante el cual la Tierra fue un inmenso "invernadero caliente", hace unos 55 millones de años, la situación comenzó a variar considerablemente hace alrededor de 42 millones de años.
Luego, hace 34 millones de años (período geológico conocido como "límite Eoceno-Oligoceno"), cuando el casquete antártico inició su crecimiento, también comenzó a formarse el del norte, según "leyeron" estos científicos en los archivos naturales de los océanos.
Estas conclusiones contradicen las hipótesis actuales, según las cuales estos acontecimientos recién se habrían producido durante los seis o diez últimos millones de años.
Los esqueletos calcáreos de seres unicelulares llamados foraminíferos permiten conocer la naturaleza de los depósitos en los cuales vivieron. Los foraminíferos fabrican el calcáreo de su esqueleto a partir de los elementos contenidos en el agua de mar, comenzando por el oxígeno del agua. Su contenido en isótopos del oxígeno indica si estuvieron en un medio frío o caliente.
Según Aradhna Tripati y sus colegas, los índices obtenidos corresponden a una baja del nivel del mar global de 100 metros a 125 metros, al menos, provocada por un almacenamiento significativo de hielo en los dos hemisferios, ya que, según ellos, el casquete antártico no es suficiente para explicar la magnitud del fenómeno.
Los depósitos de carbonato de calcio cambiaron al mismo tiempo, sugiriendo un papel importante del ciclo del carbono.