Resulta común escuchar a colaboradores quienes se quejan de cansancio o sobrecarga laboral dentro de sus jornadas.
“Dicho clima es producto de una alta competitividad, entrada de nuevas empresas, aprendizaje en poco tiempo, así como, metas altas y constantes por alcanzar dentro de las organizaciones”, explicó Miguel López, director de Aden International Business School, en su sede de Costa Rica.
Como resultado, los colaboradores pueden llegar a desarrollar el síndrome de burnout o de agotamiento profesional.
“Este síndrome es uno de los padecimientos más comunes entre los profesionales y está relacionado con ambientes laborales altamente competitivos, largas jornadas de trabajo y un alto índice de estrés”, agregó López, experto en desarrollo del talento, estudioso de ese síndrome.
El consultor brindó consejos a la sección El Empleo de La Nación para apoyar a compañeros, jefes y familiares quienes presenten las siguientes señales :
1. Agotamiento: el sentirse agotado y exhausto todo el tiempo es la primera señal de alarma. El mal ambiente laboral y relaciones complicadas en la oficina pueden desencadenar un cansancio físico, mental y emocional constante, afectando incluso las relaciones personales.
2. Falta de concentración: cuando se padece estrés crónico es muy común que las habilidades cognitivas se vean afectadas, desencadenando distintos factores que afectan la vida laboral, como poca concentración, dificultad para la toma de decisiones y olvidos frecuentes.
3. Problemas de salud: estar expuestos a ambientes laborales con altos índices de estrés, también puede ocasionar daños a la salud de los trabajadores, desencadenando problemas para dormir (cuadros de insomnio), trastornos digestivos, bajas defensas, dolores de cabeza, entre otros padecimientos.
4. Falta de motivación: el agotamiento físico y mental provoca poco entusiasmo para realizar las actividades diarias. De hecho, el levantarse todas las mañanas se convierten en el primer obstáculo por enfrentar cada día.
5. Irritabilidad: el enojo e intolerancia son producto de inconformidades dentro del ambiente laboral, por ello, es importante analizar si las actividades realizadas provocan frustración, negatividad, cinismo o frecuentes cambios de humor.
6. Baja productividad y escasa vida social: el rendimiento laboral siempre se verá afectado ante la exposición al estrés, la desmotivación y la falta de compromiso. Igualmente las relaciones afectivas se ven entorpecidas, los amigos se alejan y los temas en familia se complican.