Una centella, también conocida como rayo globular, es un fenómeno eléctrico atmosférico poco común y aún no es completamente comprendido. A diferencia de los rayos tradicionales, que son descargas eléctricas breves y muy intensas, estas son esferas luminosas que pueden aparecer durante tormentas eléctricas y tienen la capacidad de moverse de manera errática.
Según una publicación de National Geographic estas pueden variar en tamaño, desde unos pocos centímetros hasta varios metros de diámetro. Su duración es significativamente mayor que la de un rayo común, ya que pueden persistir desde unos pocos segundos hasta varios minutos. La luminosidad también puede variar, con colores que van desde el blanco brillante hasta el rojo, el naranja o el amarillo.
Aunque las centellas son reportadas y estudiadas desde hace siglos, su naturaleza exacta sigue siendo objeto de investigación y debate en la comunidad científica. Existen varias teorías sobre su origen y composición, como hipótesis que sugieren la presencia de gases ionizados, reacciones químicas en el aire y hasta fenómenos relacionados con el plasma.
La observación de centellas es rara, y su comportamiento impredecible puede representar un peligro, ya que se tiene documentado que pueden atravesar materiales como ventanas o paredes sin perder su luminosidad. A pesar de su rareza, la fascinación por las centellas lleva a numerosos estudios y experimentos, aunque muchos aspectos de este fenómeno aún permanecen sin explicación.
*La redacción de este contenido fue asistida con inteligencia artificial.