Es un padecimiento que, por lo general, no presenta síntomas previos. Las personas pueden estar bien en un momento, y, una hora más tarde enfrentar una muerte súbita cardíaca.
Así le sucedió, en los últimos dos años, a unos 80 costarricenses que fallecieron por esta causa, según una ponencia dada este miércoles en el Congreso Médico Nacional, que se celebra en La Fortuna, San Carlos. Sin embargo, los especialistas coincidieron en podría existir un subregistro y las cifras serían todavía más altas.
Según las estadísticas que se manejan, este mal no discrimina edades, e incluso hay casos de muertes en menores de 15 años. En el grupo de pacientes mayores de 35 años, ocurre más en hombres que en mujeres en una proporción de 60% a 40%.
El cardiólogo y electrofisiólogo Federico Malavassi, expositor del tema, indicó que la mayoría de las veces el origen es una enfermedad arterial coronaria (arterosclerosis). La aterosclerosis es un mal en el que se deposita calcio, grasas y colesterol en las arterias y se forma una “placa”. Esto endurece las arterias y dificulta el paso de la sangre.
Hay muchos factores de riesgo para el desarrollo de estos padecimientos, como la genética, la hipertensión arterial, la diabetes y los trastornos de los ácidos grasos (dislipidemia). No obstante, la mayor preocupación recae en los llamados factores de riesgo que las personas sí podrían controlar y no lo hacen como el sobrepeso, el sedentarismo y el tabaquismo.
“Es claro que un paciente no va poder eliminar factores de riesgo como la diabetes, hipertensión arterial, o su genética, por ejemplo. Sin embargo, si implementa hábitos de vida saludable para combatir el sobrepeso, el sedentarismo, así como evitar el tabaquismo y contar con una buena alimentación, estaría haciéndole un gran favor a su salud”, manifestó el médico especialista.
Malavassi aseguró que hay estudios científicos que indican que una persona obesa, que no mantenga hábitos saludables, que es sedentaria y que fuma, tiene hasta 6,4 veces más probabilidades de sufrir una muerte súbita cardíaca, en comparación con quien sí mantiene hábitos saludables.