La mala alimentación o problemas del corazón, males respiratorios y úlceras, son parte de los factores que disparan la anemia entre los adultos mayores ticos.
Datos revelados ayer por el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa) señalan que esta es la población con más anemia en el país; el 15,8% de los ticos entre 65 y 98 años de edad están anémicos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos niveles evidencian un problema moderado de salud.
Esto se desprende de un análisis hecho con base en datos de la Encuesta Nacional de Nutrición 2008-2009. Allí se muestra que las cifras de adultos mayores con este padecimiento supera el promedio nacional (11,1%).
Los datos preocupan a las autoridades nacionales, pues la anemia es una condición de cuidado. Este mal se caracteriza por deficiencias o alteraciones genéticas en la hemoglobina, una proteína en los glóbulos rojos de la sangre que se encarga de transportar el oxígeno a todos los tejidos.
Si la anemia es grave, el oxígeno no llega normalmente a todo el cuerpo, por lo que podrían darse males respiratorios y cardíacos.
“No hay forma de determinar una causa específica para la anemia. No es parte del proceso de envejecimiento. La anemia no es una enfermedad; es el signo de una o más enfermedades”, explicó Sara Rodríguez, coordinadora del Centro Nacional de Referencia de Química Clínica, del Inciensa.
Las cifras preocupan a los especialistas, por lo que el Inciensa empezó el año pasado un análisis con más de 200 personas que acuden a los clubes de la Asociación Gerontólogica Costarricense (Ageco).
El plan busca determinar formas de prevención y control.
“Es importante verificar la condición de esta población, porque las personas mayores tienen, por lo general, otros males como hipertensión o diabetes”, indicó Rodríguez.
“Los adultos mayores con anemia tienen más fragilidad tanto física como mental y emocionalmente. Las consecuencias podrían variar según la gravedad de la anemia”, manifestó Ávalos.
“Si la anemia es aguda, puede impactar el corazón o los pulmones, o pueden darse caídas y fracturas. Lo malo es que a estas edades el cuerpo no reacciona igual que en una persona joven”, agregó.
Tanto Rodríguez como Ávalos insistieron en que es vital velar por la buena alimentación de esta población, pues la desnutrición es el principal motivo de anemia.
“El problema es que muchos adultos mayores han perdido piezas dentales y eso les impide masticar bien, por lo que pueden darse pérdidas de hierro, ácido fólico o vitamina B12”, señaló Ávalos.
Rodríguez comentó que “en esta población muchas veces la pobreza les impide comer bien, y esto también repercute en los niveles de hemoglobina en la sangre”.
¿Qué hacer? Los expertos dicen que es vital hacerse chequeos médicos para evitar bajas en la hemoglobina –o aumentar sus niveles, si la persona es anémica–.
“Cada paciente es diferente y requiere atención personalizada, pero sí es necesario estar atentos a sangrados, fatiga, dolores, mareos o caídas. Es importante que la persona coma bien y que, en la medida de sus posibilidades, haga algo de actividad física, porque esto genera producción de hemoglobina”, añadió Ávalos.