París
Un nuevo test sanguíneo ultrasensible podría en el futuro permitir dar de alta a muchos pacientes con un bajo riesgo de infarto que se presentan a los servicios de urgencia a causa de dolores torácicos, según un estudio.
"Hasta el momento, no había ningún método rápido para descartar un infarto en los servicios de urgencias", señala el doctor Anoop Shah, de la universidad de Edimburgo y principal autor del artículo publicado en la revista médica británica The Lancet.
Para identificar a las personas con riesgos muy bajos, los autores del estudio han utilizado un nuevo test ultrasensible para medir la troponina presente en 6.000 pacientes admitidos en hospitales escoceses y estadounidenses con dolores torácicos.
El análisis de la cantidad de troponina es una práctica prescrita habitualmente, ya que un aumento de su nivel puede indicar la sobrevenida de un infarto de miocardio.
La prueba se realiza durante la cuarta hora posterior a la aparición de los síntomas y se practica de nuevo tanto a la octava hora como a la duodécima.
Los investigadores mostraron, por su parte, que si los pacientes presentaban una cantidad de troponina inferior a 5ng/L (nanogramos por litro) bastante rápido tras su llegada a urgencias, corrían pocos riesgos de sufrir un infarto en los treinta días posteriores.
Una tasa inferior a esta cifra permitió, según los científicos, identificar casi dos tercios de pacientes "con un riesgo muy bajo y que podrían haber abandonado rápidamente el hospital con completa seguridad", al contar con un "valor predictivo negativo" de 99,6%.
Esta probabilidad de no sufrir una enfermedad en caso de un test negativo es independiente de la edad, el sexo o el riesgo cardiovascular.
El doctor Shah revela que en Reino Unido el número de personas hospitalizadas a causa de dolores torácicos se triplicó, aunque la mayor gran parte de estos pacientes no padecieron un infarto.
En un comentario adjunto al estudio, los doctores Louise Cullen y William Parsonage, calificaron los resultados de "muy prometedores", aunque se mostraron prudentes sobre la sensibilidad y la eficacia del test, que deberá aún ser evaluado por laboratorios en colaboración con los clínicos.