Los trastornos alimentarios como anorexia, bulimia o atracón fueron causantes de 4.355 atenciones en el servicio de Consulta Externa de hospitales Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), durante el 2021. Este año, suman 2.516.
Además, el año pasado, 92 personas con trastornos de la conducta alimentaria (TCA) requirieron internamiento, cifra que casi duplica las de los últimos años,
Los números, sin embargo, no muestran la dimensión del problema, pues ni siquiera incluyen a los pacientes que acuden a los centros de salud privados, ni a quienes optan por no buscar ayuda, pese a sufrir alguno de estos males.
Cecilia Gamboa, coordinadora de Política de Nutrición y Alimentación del Ministerio de Salud así como María Bolaños, presidenta del Colegio de Profesionales en Nutrición coincidieron en que mientras estas condiciones no sean de declaración obligatoria y deban reportarse cada vez que se vean en centros públicos y privados, no se tendrá una dimensión realista.
También hay que considerar que aunque los trastornos más conocidos son la anorexia, bulimia y el atracón, hay otros tipos de TCA que pueden manifestarse en las personas. Incluso, algunas personas pueden enfrentar más de uno a la vez.
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Los TCA son condiciones serias, biológicamente influenciadas, con múltiples causas, que pueden tener consecuencias severas para quienes los sufren como: caída del cabello, problemas en huesos y dientes, falta de concentración, ansiedad y hasta la muerte.
Para realizar conciencia y mitigar el impacto de esta situación, los colegios profesionales de Nutrición y de Psicología; el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación Pública (MEP), lanzaron este 4 de octubre la campaña Cuidémonos Nutritiva-mente.
Según esta, uno de los primeros pasos para atacar la situación es eliminar los mitos. Uno de los principales es creer que los TCA solo se dan en mujeres jóvenes, de clase media y alta.
De acuerdo con datos de la CCSS, aunque el impacto sí es mayor entre mujeres entre los 15 y 19 años, también se ve en otros grupos de edad y en hombres.
Por ejemplo, de los 92 internamientos, 19 (el 20%, uno de cada cinco) fue de hombres, también lo fue el 19% de las atenciones en consulta externa.
“En un momento se decía que menos del 10% de quienes sufrían TCA eran hombres, ahora no, vemos que es uno de cada cinco”, explicó Rosanna Mauro, nutricionista especialista en TCA.
La CCSS recibió el año pasado, 128 consultas de mayores de 45 años y 931 de entre 10 y 14 años.
“Estamos viendo problemas que comienzan en personas más jóvenes”, advirtió Laura Muñoz, psicóloga especialista en TCA.
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¿Qué hacer?
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Lo primero, de acuerdo con las especialistas, es entender que no todas las personas muestran señales de trastornos alimentarios, no todas pierden peso de forma drástica, no todas se ven “enfermas”, no todas pasan hablando de su peso y alimentación. Algunas muestran comportamientos distintos. “No es una receta de cocina”, dijo Mauro.
Sin embargo, estas son algunas señales:
Para los especialistas, hay acciones que pueden contribuir a combatir estos problemas. Entre ellas, comer en familia, escuchar a cada miembro y no catalogar alimentos como “buenos y malos”; no hablar de los cuerpos de otras personas ni referirse a “gordura, flacura o cuerpazo”.
“Si desde la familia los jóvenes están oyendo que están gordos o flacos, u oyen a los adultos quejarse del peso o catalogar un alimento bueno o malo, eso los va a poner en más riesgo”, señaló Muñoz.
Otros mitos que deben atacarse son:
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Sí hay solución
Si el problema se trata con la ayuda de profesionales en Psicología, Nutrición y Medicina y se toma como un proceso, la persona sí puede recuperarse y no vivir con un TCA toda la vida.
“Actualmente, hay un 60% de personas que se recuperan al 100%”, comentó Mauro en una entrevista anterior. Otras más se recuperarán en más de un 80%.
Gamboa da fe de que la recuperación existe, ella lo vivió con su hija.
“Mi hija mayor, a los 14 años, tuvo anorexia; un año después, bulimia. Eso fue hace como 35 años, se sabía muy poco, no había equipos para tratar, no había nutricionistas especializadas ni profesionales en Psicología o Psiquiatría”, relató.
“Yo como nutricionista y como mamá me sentía impotente. A la fecha, ella se cuida para mantenerse en forma, come saludable y hace ejercicio, pero fue una época complicada”, añadió.
¿Dónde acudir? Si la persona es menor de edad, el Hospital Nacional de Niños tiene un servicio para estos casos en la Clínica del Adolescente. Los adultos no cuentan con un servicio especializado, pero se puede consultar en los Ebáis. A nivel privado, puede consultarse por especialistas en TCA en los colegios profesionales de Psicología y Nutrición, siempre será necesario el acompañamiento de ambos profesionales para guiar el proceso.
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