Los niños de entre 5 y 11 años podrían estar muy próximos a recibir un refuerzo de la vacuna contra covid-19. Rochelle Walensky, directora del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), firmó este jueves la recomendación que horas antes hizo un panel de expertos, quienes indicaron que los menores deberían recibir una dosis adicional para aumentar su protección al menos cuatro meses después de la última inyección.
Los científicos aseguraron que una tercera inyección contra la covid-19 de la vacuna de Pfizer fortalecería de manera significativa la respuesta inmune de esta población frente al SARS-CoV-2. Sin embargo, este booster sería más bien una cuarta dosis para los niños inmunocomprometidos o inmunosuprimidos, en los que, por sus defensas más bajas, el esquema inicial en Estados Unidos es de tres dosis.
“Desde que empezó la pandemia, mas de 4,8 millones de niños entre los 5 y los 11 años han sido diagnosticados con covid-19, 15.000 han sido hospitalizados, y, trágicamente, más de 180 han fallecido. Un booster dará mayor protección contra las formas más graves de la enfermedad”, señaló Walensky en un comunicado de prensa.
La noticia se da luego de que este martes la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) diera la autorización de uso de emergencia de la vacuna que las empresas Pfizer y BioNTech diseñaran para este grupo de edad. Hasta el momento es la única con aval para esta población.
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¿Cómo es esta vacuna?
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A los menores se les administrará la misma vacuna con la misma dosificación que se les aplicó en la primera y segunda dosis. Utiliza la misma formulación que para adolescentes y adultos, pero una tercera parte de la dosis; los adolescentes y adultos reciben 30 microgramos, y los niños 10.
Los datos para tomar estas decisiones se basaron en el ensayo clínico que motivó la autorización del esquema inicial en octubre pasado. De ellos, una porción de 400 menores recibió una tercera dosis de cinco a nueve meses después de la segunda. Posteriormente, se tomó una submuestra de 67 niños que recibieron su booster de siete a nueve meses después de la segunda dosis y se analizaron los niveles de de anticuerpos un mes después de la segunda dosis. Estos habían aumentado.
Los efectos secundarios se analizaron en los 400 menores que recibieron el refuerzo. Los más reportados fueron dolor, enrojecimiento y comezón en el sitio de la inyección, así como fatiga, dolor de cabeza, dolores musculares o de articulaciones, escalofríos y fiebre.
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¿Qué pasará en Costa Rica?
En Estados Unidos la inoculación para niños podría comenzar con la firma de la doctora Walensky. En Costa Rica, sin embargo, el proceso es un poco más largo hasta alcanzar la autorización de la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE). Para ello, Pfizer deberá presentar la documentación pertinente, incluidas las autorizaciones por parte de agencias reguladoras.
El esquema pediátrico de covid-19 empezó a administrarse en nuestro país el pasado 10 de enero y, según proyecciones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) está destinado a 525.491 habitantes en este rango de edad. El esquema pediátrico consta de dos dosis que se aplican con tres semanas de diferencia entre una y otra.
Al 16 de mayo, el 70,71% de los niños entre 5 y 11 años ya habían recibido al menos una dosis de la vacuna y el 55,19% ya tenía ambas. Todavía quedan pendientes 153.899 personas de esta población (el 29,29%) de comenzar su esquema.
El 17 de mayo, el Hospital Nacional de Niños reportaba 13 internados con covid-19, de ellos, cuatro estaban en cuidados intensivos.
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