Dos informes de auditoría de 2020 ya habían advertido de “inconsistencias” en las tareas del Centro Nacional de Citologías (CNC) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), donde se dieron 815 diagnósticos erróneos de lesiones de útero, según reveló La Nación el domingo.
De acuerdo con el informe del 16 de agosto de ese año se detectaron “inconsistencias en tareas incompletas y en aspectos de seguridad y de control interno en los equipos y personal del área de tinción (técnica en uso de microscopio)”. El documento respondió a una denuncia de las actuaciones del director del Centro, Rodrigo Álvarez, y del administrador, Edward Fonseca.
Asimismo, advierte de “debilidades en el sistema de control interno implementado para la gestión administrativa del recurso humano”, relacionada con justificaciones en llegadas tardías, ausencia de marcas de entrada o salida, permisos con goce de salario amparados en que el funcionario terminó el trabajo asignado de exámenes citológicos u otorgamiento de vacaciones ordinarias periódicas para justificar ausencias, y profilácticas en casos presuntamente improcedentes.
Igualmente, dice la Auditoría, también hay debilidades en la gestión en torno a la realización de “tareas en forma incompleta –de las asignadas mediante el teletrabajo–”.
El funcionamiento del CNC es vital en la búsqueda de lesiones en el cérvix o cuello de útero causadas por el virus del papiloma humano (VPH), que está relacionado con el cáncer de cérvix.
Más investigaciones
El segundo reporte, que data del 21 de setiembre del mismo año, se hizo como parte del plan anual operativo de la CCSS. La institución tiene un apartado de estudios especiales del Área Servicios de Salud, con el objetivo de evaluar el comportamiento de las diferentes dependencias. En este caso, se evaluaron indicadores de producción y listas de espera del CNC.
Allí, se indicó que “no se dispone de información específica sobre la cantidad de horas que utilizan los especialistas médicos o los técnicos en las diferentes actividades del proceso sustantivo, por tanto, no fue posible determinar el índice de productividad, el porcentaje de programación y la utilización de las horas contratadas de esos funcionarios”.
En este momento, el Centro de Citologías podría ser objeto de una nueva investigación. La Auditoría Interna confirmó a este medio que integró un grupo interdisciplinario para estudiar nuevamente el funcionamiento.
La medida se tomó por una denuncia planteada por el médico Álvaro Echeverría, quien informó de que pruebas realizadas entre junio de 2019 y agosto de 2021 arrojaron un resultado normal o de lesiones de bajo grado, pero un análisis realizados meses después determinaron que sí había lesiones de mayor preocupación. De ellas, tres mujeres tenían un cáncer llamado adenocarcinoma, 15 tenían posibles carcinomas y 42 tenían lesiones de alto grado.
En nuestro país, se detectan aproximadamente 320 tumores de cérvix al año y unas 140 mujeres fallecen por esta causa, según datos del Registro Nacional de Tumores y del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
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Prueba no es la más certera
Del informe de setiembre de 2020 también apunta a que la prueba que se utiliza actualmente, la citología vaginal o el papanicolau, no es la más certera para detectar las lesiones en el cuello de útero que puedan desembocar en un cáncer, situación que fue reconocida por Rodrigo Álvarez, director del CNC, en entrevista con La Nación.
Las razones por las cuales se aconseja que esta prueba se haga todos los años o no espaciarlas más allá de dos años, es que la sensibilidad (facultad de la prueba para determinar cuando una persona realmente tiene la lesión) es cercana al 50%. Eso quiere decir que una mujer con una lesión tendrá un 50% de probabilidades de que le salga positiva, pero también un 50% de que sea un falso negativo.
Como las lesiones son de lenta evolución, realizar frecuentemente la prueba permitirá captar en tamizajes posteriores lo que no se captó la primera vez.
Sin embargo, la tecnología médica sí cuenta con pruebas que pueden determinar si una mujer tiene el VPH antes de que este cause lesiones. Incluso hay algunas en las que se determina si el tipo de virus que la causa es el 16 o el 18, que están relacionados con el 70% de los casos de cáncer de cérvix.
Sin embargo, estas solo se encuentran a nivel privado y la seguridad social los tiene en sitios muy específicos de Puntarenas y Guanacaste.
En Guanacaste se desarrolla un proyecto piloto y en Puntarenas se ejecuta el estudio Estampa, del que participan varios países y busca determinar la mejor forma de detectar el VPH.
No hay fecha para que llegue a más zonas del país.
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