Entre 70.000 y 80.000 costarricenses padecen incontinencia urinaria y llevan control médico. Sin embargo, los médicos presumen que hay al menos 30.000 personas que sufren este padecimiento y no acuden a consulta.
Se trata de un mal que ha crecido entre un 15% y un 20% en la última década. El aumento de edad en la población, los embarazos, el abuso de alcohol, un nivel de vida muy agitado que produce estrés alto y enfermedades como problemas en la vejiga, diabetes o Alzheimer son algunas causas.
Los urólogos también apuntan que otra causa del aumento es que aunque el tema sigue siendo tabú, cada vez son más las personas que deciden buscar ayuda médica para resolver su problema.
“Cada vez hay más apertura de tratar el problema, sobre todo en las mujeres. Este es un padecimiento que es mucho más común en las mujeres que en los hombres. Por cada hombre con incontinencia urinaria, hay cuatro mujeres con este padecimiento. Esto se debe, en gran parte, a los embarazos, que muchas veces llegan a aumentar el tamaño de la uretra, o más bien a la menopausia, donde se da el fenómeno de “uretra corta”, que hace que la orina salga más rápido y que la incontinencia sea más severa”, explicó Arieh Grunhaus, urólogo.
Dos tipos. Hay dos tipos distintos de incontinencia: la llamada de esfuerzo, que se produce cuando la persona tose, estornuda o hace algún esfuerzo.
Además, está la incontinencia de urgencia, que es cuando la vejiga funciona independiente del cerebro y la persona no puede decidir cuándo orinar.
“Estos últimos son los casos en que los pacientes se aislan, se deprimen y no quieren ni salir de la casa, porque este problema les limita en todas sus actividades físicas”, manifestó el especialista.