En algunos pacientes con virus de inmunodeficiencia humana (VIH, causante del sida) el microorganismo se desarrolla muy rápido y los pacientes necesitan medicamentos más agresivos para combatirlo, mientras que en otros más bien sucede todo lo contrario.
¿A qué se debe? Un estudio de la Universidad Politécnica de Lausanne, en Suiza, señala que la genética de cada paciente y la genética propia del virus juegan juntos.
Esto complica el entender la enfermedad para dar un mejor tratamiento, dado que hay dos tipos de VIH, y cada uno de ellos tiene varios subtipos y clases, todos con una genética propia y diferenciada.
“Los genes del virus y del paciente confluyen y trabajan en conjunto. Depende de si la genética del virus es muy agresiva y de si la persona tiene genes que más bien debilitan el sistema inmunitario, o viceversa”, destacó en un comunicado de prensa István Bartha, líder de la investigación.
Paso a paso. ¿Cómo llegaron a estas conclusiones? Bartha y su equipo tomaron muestras genéticas de 541 pacientes con VIH y de sus virus.
Los investigadores encontraron diferencias entre los tejidos virales que explican por qué la carga viral (cantidad de copias del virus en un organismo humano) varía hasta en 80% entre una persona y otra.
Los científicos señalan 29 diferencias en agresividad, que combinadas con los genes del paciente pueden hacer la progresión del padecimiento más o menos rápida.
Los investigadores señalan que la expresión de los genes del virus puede cambiar ya una vez dentro del paciente, pero se debe investigar aún más para confirmarlo definitivamente.
El próximo paso, según el estudio publicado en la revista PLOS Computational Biology , es un corpues más grande de pacientes, de más países y variedad racial, para así tener más variedad genética en los participantes y determinar si hay más diferencias en la forma en la que ataca el VIH al organismo.