Científicos del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) hallaron una mayor presencia de una bacteria relacionada con el cáncer gástrico en las zonas donde precisamente hay más incidencia de esta enfermedad.
Entre esos sitios están León Cortés, Cartago, Tarrazú, Alvarado y Oreamuno.
La bacteria se llama
Desde hace tiempo, científicos intuían que el agua de las áreas con mayor incidencia de tumores gástricos tenía la bacteria. Por eso, estudiaron el agua de los cantones donde es más común el cáncer de estómago, y la compararon con la de zonas en las que esta enfermedad es menos frecuente.
Después de cinco años de análisis, los científicos hallaron que el 40% de las muestras tomadas en zonas de alta incidencia de este cáncer tenía
El equipo encontró que en muchas de las zonas con mayor presencia de la bacteria el agua era manejada por acueductos rurales y municipales, y no en todos se cloraba el líquido.
“Son zonas donde hay muchos acueductos rurales y municipales, pero en todos se maneja el agua de forma similar. El proyecto busca detectar qué es lo que no está bien y mejorar la calidad del agua”, explicó Virginia Montero, coordinadora del estudio.
Para el director del Laboratorio Nacional de Aguas de Acueductos y Alcantarillados, Darner Mora, la cloración del agua es vital para evitar la propagación de la bacteria.
“Los acueductos con menos
Después se recogieron muestras en diez zonas con muy baja incidencia de tumores gástricos: Nicoya, Los Chiles, Abangares, La Cruz, Liberia, Santa Cruz, Tilarán, Nandayure, San Mateo y Carrillo.
Los investigadores buscaron la
Más tarde, los ticos buscaron un gen (llamado
“Estamos viendo que el agua es un factor de transmisión de la
Horacio Solano, director del Centro de Detección Temprana de Cáncer Gástrico del Hospital Max Peralta, es de la misma opinión:
“El cáncer se da por una combinación de factores. El agua puede jugar un rol, pero, solita, no causa cáncer gástrico”, manifestó.
No obstante, Solano dijo que es importante clorar el agua.
La ministra de Salud, María Luisa Ávila, afirmó que se necesita clorar el agua no solo para evitar la bacteria, sino también otras enfermedades como diarreas.
“Sabemos que hay acueductos que no tratan el agua, y estamos haciendo un diagnóstico para detectarlos y obligarlos a clorarla”, agregó la Ministra.