Cerca de un 33% de los casos de depresión en los adultos jóvenes tendría como causa el bullying o matonismo sufrido durante la adolescencia.
Estas son las conclusiones de una investigación realizada por la Universidad de Oxford, en el Reino Unido. El análisis se hizo con 3.998 personas durante cinco años. Cuando se les empezó el estudio, tenían 13 años.
La investigación, publicada en el British Medical Journal, señaló que de los 683 adolescentes que reportaron sufrir bullying al menos una vez por semana, 14,8% tenía depresión a los 18 años. Además, el 10,1% tuvo un episodio depresivo que duró más de dos años.
Aún hay más: los jóvenes que reportaron matonismo frecuentemente, tenían el doble de posibilidades de sufrir depresión al llegar a la vida adulta que quienes no lo sufrieron. Esta característica se vio tanto en hombres como en mujeres.
Por otra parte, de los 1.446 adolescentes que dijeron haber tenido al menos un episodio de bullying al año, el 7,1% estaba deprimido a los 18 años.
Solo 5,5% de los adolescentes que no experimentaron bullying estaba deprimido al llegar a sus 18.
Acoso escolar. Según el estudio, los tipos más comunes de matonismo fueron poner apodos (36%) y robar las pertenencias del ofendido (23%). Un 15% recibió golpes y castigos físicos por parte de sus compañeros.
Pese a lo grave de la situación, el 74% de los agredidos nunca lo contó a sus padres y el 41% no se lo dijo a ningún maestro. Sin embargo, el 75% de quienes recibieron golpes sí le comunicaron a un adulto, sobre todo a amigos o hermanos mayores.
Los científicos llaman a hacer más estudios para detectar otros efectos del matonismo.