Por mes, ocho hombres en Costa Rica reciben un diagnóstico de cáncer de testículos. Y, en promedio, esa enfermedad cobra una vida mensualmente.
De acuerdo con datos del Registro Nacional de Tumores, este es el tipo de cáncer más común en hombres de entre 15 y 40 años de edad.
La información revelada por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) también señala que el grupo de edad más afectado por esta enfermedad es el de hombres entre 20 y 30 años, en donde se concentra el 48% de los casos. Además, el 85% de los enfermos tiene entre 15 y 40 años.
Los datos preocupan a las autoridades de la Caja, pues la población joven usualmente no está relacionada con el cáncer, por lo que puede bajar la guardia con respecto al cuidado personal.
De acuerdo con el urólogo Alejandro Calderón, "si los hombres aprenden a cuidarse a sí mismos desde la adolescencia tendremos la ventaja de detectar casos tempranamente y comenzaremos a crear el hábito de la responsabilidad propia con nuestra salud".
El cáncer de testículos se puede curar cuando se detecta y se trata en una etapa temprana, por lo que el propio paciente es quien debe reportar al médico apenas detecte una anomalía.
¿Qué anomalías buscar?
Los urólogos recomiendan el autoexamen mensual como medida de detección oportuna, esto para detectar cambios con respecto a la forma, peso o la textura del testículo.
Si la revisión no es frecuente, el cambio es más difícil de advertir, indicó el especialista.
El primer síntoma puede ser abultamiento en el testículo, que esté hinchado o sentirlo más grande o pesado de lo normal.
Otro signo común es el endurecimiento del testículo.
Algunos cánceres testiculares causan síntomas hasta etapas avanzadas. Este tipo de tumor va creciendo por lo que puede alcanzar un gran tamaño sin salir del testículo antes del diagnóstico.
¿Cómo realizar el autoexamen?
Examine un testículo a la vez. Se recomienda hacerlo después de un baño caliente, cuando la piel del escroto está suave y fácil de manipular. Esto hace que sea especialmente fácil ver y sentir algún bulto o hinchazón.
Debe hacer girar cada testículo entre los dedos de ambas manos (aplicando una leve presión).
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Los testículos deben estar completamente lisos por todas sus partes. Excepto en la parte superior donde puede ser que perciba un tubo pequeño y blando que es el que transporta los espermatozoides.
Cuando examine cada testículo, trate de detectar bultos o protuberancias en el frente o los costados. En ocasiones, los bultos son tan pequeños como un grano de arroz o un frijol pequeño. Resulta normal que un testículo sea ligeramente más grande que el otro, y que uno cuelgue más abajo que el otro, generalmente, el derecho.
Los testículos normales también contienen vasos sanguíneos, tejidos de soporte y conductos por donde pasa el semen.
Si nota algún tipo de hinchazón, bultos o cambios en el tamaño o el color de un testículo, o si siente algún dolor o alguna molestia en las ingles, consulte de inmediato a su médico.
Hay ciertas afecciones no cancerosas, tales como las lesiones o inflamación testicular, que pueden causar síntomas similares a los del cáncer testicular. La inflamación de los testículos, conocida como orquitis, y la inflamación del epidídimo (epididimitis) pueden causar una hinchazón y dolor de testículo. Ambos pueden también ser causados por infecciones bacterianas o virales.
Según el módulo de cáncer de la encuesta de salud reproductiva del 2015, solo 22 de cada cien hombres entre 15 y 39 años se hacen el autoexamen. Y es más común entre jóvenes del centro del país (29%) que entre la zona rural (18%). Igualmente, es más común entre quienes han terminado el colegio (29%) que entre quienes suspendieron la secundaria (18%).
Los resultados señalan que el 43% no saben para qué deben revisarse los testículos, 10% aseguran que no lo hacen porque son muy jóvenes y el 7% asegura que no es importante.
Acabe con los mitos
- Un hombre con un solo testículo puede tener una vida perfectamente normal, ya que ese testículo suple todas las necesidades y, generalmente, tendrá una fertilidad adecuada.
- La erección, eyaculación y deseo sexual no tienen porqué verse afectadas cuando hay necesidad de eliminar un testículo.
- La fertilidad puede verse afectada solo en caso de un posible tratamiento de quimioterapia.
- El hombre que perdió ambos testículos normalmente necesita recibir tratamiento hormonal (en particular testosterona, que es creada en los testículos).
- Menos del 3% que ha tenido cáncer de testículo lo tendrá de nuevo en el otro testículo.
- No hay ninguna evidencia de que el cáncer de testículo sea hereditario. Es más probable que se dé en hermanos que en padre e hijo.
- La vasectomía no provoca cáncer de testículo ni acelera el crecimiento ni la diagnosis de tumores de testículo preexistentes.
- La clase de ropa interior, ajustada o no, no predispone a padecer, ni a evitar el cáncer de testículo.
- El montar en bicicleta no predispone al cáncer de testículo.
- Las lesiones en los testículos como golpes por deporte no aumentan el riesgo de desarrollar un cáncer. No obstante, pueden causar un bulto en el testículo y en ocasiones enmascarar un tumor, por lo que debe ser observado hasta que desaparezca.
Fuente: CCSS.