El cambio climático ya daña la salud humana y su bienestar desde distintos frentes.
Se ve en enfermedades causadas por eventos climáticos extremos, como las diarreas o males respiratorios durante inundaciones; una mayor amplitud de las enfermedades transmitidas por vectores, como los casos de dengue cada vez más comunes en Florida, Estados Unidos, por ejemplo, o en la cantidad de problemas cardiovasculares motivados por el calor extremo y los males respiratorios como consecuencia de la contaminación.
“No podemos escapar de los daños del cambio climático en la salud humana”, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un documento que trabajó antes de la Conferencia sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP28), que comenzó este 30 de noviembre en Dubái y se extenderá hasta el 12 de diciembre.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, enfatizó que la salud de los humanos y la del planeta están intrínsecamente ligadas, y se necesita acción rápida para ambas. Solo políticas que se centren en tomar en cuenta la salud tendrán lo necesario para salvar vidas, prevenir enfermedades y construir sociedades más saludables y justas.
El documento señala que los eventos climáticos extremos en los últimos meses ofrecen ya una mirada de lo que podría avecinarse en un mundo que “se calienta rápidamente”.
Miles de millones en riesgo
El reporte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) dice que cerca de 3.500 millones de personas (cerca de la mitad de la humanidad) viven en áreas altamente vulnerables al calentamiento global.
Las muertes relacionadas con el calor en los mayores de 65 años han aumentado un 70% en los últimos 20 años, según la OMS. Solo un esfuerzo “dramático y dedicado” a limitar el calentamiente en 1,5 ° C prevendrá un futuro peor del que ya tenemos.
Además, los eventos como sequías, inundaciones y olas de calor también tendrán su consecuencia sobre la infraestructura de salud. Un ejemplo de ello son las inundaciones en Paquistán, que desplazaron a ocho millones de personas y afectaron en total a 33 millones.
Las previsiones del Banco Mundial indican que, sin una acción de inmediata, el cambio climático podría desplazar aproximadamente a 216 millones de personas para el 2050.
Publicaciones anteriores en la revista The Lancet señalan que los bebés y los menores de dos años son los más vulnerables a los embates del clima porque su sistema inmunitario no ha terminado de formarse y, además, son más sensibles a las temperaturas extremas.
En el marco de la COP28, María Neira, directora de la OMS para temas de ambiente, cambio climático y salud, señaló que ya varios países han comenzado a trabajaren esto, pero se necesita escalar este compromiso, acelerarlo y darle los fondos necesarios para que la respuesta pueda proteger la salud y las vidas de las futuras generaciones.
Acción local
Para la OMS, para mitigar los efectos que tiene el cambio climático en la salud, cada país debe dar sus aportes. Estos se conocen como Contribuciones Determinadas Nacionalmente (NDC, por sus siglas en inglés).
Estas pueden abarcar una serie muy amplia de rangos de políticas públicas destinadas a acabar con la contaminación del aire y de las aguas, así como con la seguridad alimentaria.
Cerca del 63% de los NDC constatan que los daños a la salud que ejerce el cambio climático son reales y debe actuarse sobre ellos. Sin embargo, de acuerdo con la OMS, solo el 16% versa directamente sobre contaminantes del aire y un 4% adicional versa de forma indirecta sobre el tema.
“La contaminación del aire es de los mayores riesgos ambientales para la salud, tanto en ambientes exteriores como en interiores causa cerca de siete millones de muertes prematuras (antes de los 70 años) cada año.
Estas muertes toman forma de enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares (”derrames cerebrales”), cáncer de pulmón y otras enfermedades respiratorias como asma y neumonía”, subraya el texto.
Otro aspecto que pesa es la falta de financiamiento. La OMS denuncia que solo el 2% del presupuesto para adaptación al cambio climático y un 0,5% del total del financiamiento están destinado a proyectos que específicamente buscan proteger y mejorar la salud humana en un contexto de crisis climática.
La OMS trabaja directamente con los directivos de la COP28 para tratar de revertir la situación. Este 3 de diciembre, la conferencia se dedicó exclusivamente a ver los impactos que en la salud humana tiene el calentamiento del planeta.
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